Fomento solo gasta en la autovía Lugo-Ourense el 63% de lo previsto

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNANDEZ

La prometida reactivación de las obras de la A-56 no acaba de despegar

02 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La reactivación de las obras de la autovía entre Lugo y Ourense no acaba de despegar. Las máquinas volvieron hace dos años al tramo del municipio de Carballedo, el único en construcción de la A-56 cuando en el 2010 llegó la paralización del proyecto, pero el Ministerio de Fomento parece haber retomado el trabajo a regañadientes. No es solo que las obras no reciban una inyección de fondos realmente significativa. Tampoco que en ninguno de los otros tramos se haya movido una piedra ni haya previsión de que se vaya a mover. Es que en estos dos últimos años ni siquiera se ha gastado todo lo previsto.

«Pola información que eu teño, nas obras non se están investindo todos os cartos previstos e anunciados». Lo dice el alcalde de Carballedo, Julio Yebra, el más interesado en que esta autovía vaya cogiendo cuerpo de una vez. Yebra tuvo la suerte de que el Ministerio de Fomento no decidiese empezar esta autovía por alguno de sus extremos, cerca de Lugo o en la salida de Ourense, sino por Carballedo. Desde su puesto en el Ayuntamiento vio como el Ministerio de Fomento adjudicaba en el 2008 la construcción de los 8,8 kilómetros de esta infraestructura que tienen que cruzar Carballedo de sur a norte, desde San Martiño (Vilamartín) y A Estivada (Carballedo). Y se indignó cuando el ministerio, con el lucense José Blanco al frente, paralizaba las obras para contener el gasto público en los primeros momentos de la recesión.

En el 2015, el año en que Fomento decidió retomar las obras, el presupuesto para este tramo era de cinco millones de euros. En el 2016 lo subió a seis millones. De acuerdo con los datos que maneja el alcalde de Carballedo, del Partido Popular, de esos once millones de euros solo se han gastado realmente siete. Los otros cuatro no han llegado a salir de los fondos del ministerio. En porcentajes, esto supone que Fomento solo ha invertido realmente el 63% de lo que prometió.

Con estos precedentes, hay que poner en cuarentena el anuncio de que para este año 2017 la previsión de gasto será de diez millones de euros. Se trata de la propuesta que incluye el Gobierno central en su propuesta de presupuestos, que todavía tiene que pasar el filtro de la negociación que tiene en marcha el PP para conseguir apoyos parlamentarios suficientes para sacar adelante sus cuentas. Pero es que aunque finalmente los presupuestos salgan con esos 10 millones para la A-56, nada hace suponer que este año sea distinto a los dos anteriores y la inversión final vaya a ser la prometida.

Así las cosas, resulta complicado adivinar cuándo pretende Fomento terminar los primeros 8.8 kilómetros de la A-54. El coste estimado en el 2008 para este tramo era de 32,2 millones sin contar los siete del enlace de A Barrela. Si en estos dos últimos años la inversión real coincidiese con los once millones previstos y este año se fuesen a invertir diez más, las obras podrían estar terminadas en el 2018 o el 2019. Pero al ritmo real, pueden prolongarse perfectamente hasta el 2022.

39 mill. €

El coste total

Es el coste de todo el tramo, incluido el enlace de A Barrela

5 mill. €

2015

La reactivación fue adjudicada a finales del año 2015

6 mill. €

2016

La previsión para el año 2017 es de diez millones

Avances en lo que sería la salida de esta nueva carretera desde la ciudad de Ourense

El Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Ourense anunciaban esta semana la apertura del plazo de información pública del proyecto de construcción de la circunvalación norte en su tramo Eirasvedras-Quintela, según informa Miguel Ascón desde la delegación de La Voz de Galicia en Ourense. Se trata de una carretera de 1,7 kilómetros que servirá como arranque de la autovía A-54, aunque esa no es su única función. Empezará en Quintela, donde enlazará con la N-120, y terminará en el entorno del actual enlace de Eirasvedras de la N-120 con la Autovía das Rías Baixas (A-52). En Ourense esperan con especial interés estas obras porque además permitirían transformar el actual acceso a la ciudad desde Vigo por la N-120 en un bulevar de dos sentidos de circulación con accesos a las termas del Miño.

Un solo puente, de 303 metros y sobre el río Búbal

Los 8,8 kilómetros de esta autovía empiezan quinientos metros al noreste del pueblo de San Martiño y terminan al norte del municipio de Carballedo, en un punto situado entre Estivada y Lobelle de Arriba. El proyecto técnico de la obra prevé la construcción de un solo puente, de 303 metros y seis vanos sobre el río Búbal, y de diez pasos para carreteras secundarias (uno por debajo de la autovía y los otros nueve por encima), veinticuatro caminos paralelos y siete transversales.