La ceremonia que nació tras una epidemia de peste

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

A la procesión acudieron el alcalde José Tomé, concejales del PSOE, PP y BNG y otras autoridades
A la procesión acudieron el alcalde José Tomé, concejales del PSOE, PP y BNG y otras autoridades ROI FERNÁNDEZ

El alcalde de Monforte renovó los votos de la ciudad con la Virgen de Montserrat en la procesión de Pascua

19 abr 2017 . Actualizado a las 22:20 h.

El alcalde de Monforte se comprometió ayer ante la imagen de la Virgen de Montserrat que se guarda en la iglesia de San Vicente a seguir observando las fiestas del Martes de Pascua y del 15 de agosto. Fue el momento central de la procesión que marca todos los años la despedida de la Semana Santa monfortina, una ceremonia religiosa que al parecer fue instituida por los condes de Lemos a finales del siglo XVI después de que terminase una epidemia de peste.

Unas doscientas personas asistieron a la misa que oficiaron tres sacerdotes de distintas parroquias de Monforte a las once de la mañana en la iglesia de San Vicente. Al terminar este oficio religioso, integrantes de la cofradía de la virgen de Montserrat sacaron a hombros su imagen y empezaron una procesión que recorrió la calle Falagueira y tuvo su punto culminante junto a la capilla construida hace unos años por el Ayuntamiento en el Campo da Virxe. Este año le correspondió al párroco del barrio de la Estación, José Luis Vázquez Coego, preguntarle al alcalde si el Ayuntamiento seguirá celebrando las fiestas religiosas del Martes de Pascua y el 15 de agosto. En cuanto el alcalde José Tomé respondió que sí la procesión continuó su camino por las calles de dentro de la muralla hasta regresar a la iglesia.

El martes de Pascua es uno de los dos festivos locales clásicos del calendario laboral monfortino. El otro es el 13 de junio, día de San Antonio. Así fue hasta el 2010, año en que el Ayuntamiento cedió a las sugerencias del comercio local, declaró laborable el Martes de Pascua y pasó el festivo al Miércoles de Ceniza. Los comerciantes esperaban frenar así las peregrinaciones anuales de consumidores locales cada Martes de Pascua a las grandes superficies de Ourense, Lugo y otras ciudades. Aquel año, además, como el 13 de junio caía a domingo, el festivo de San Antonio pasaba al 21 de septiembre, día de la romería de San Mateo.

El día de San Antonio recuperó su condición de festivo ya en el 2011. El Martes de Pascua, en cambio, siguió siendo laborable hasta que el Ayuntamiento decidió someter a referendo la fecha del segundo festivo local. En aquella consulta ciudadana, el Martes de Pascua obtuvo 444 votos, el Miércoles de Ceniza 161 y el Martes de Carnaval 136.