El conductor no debió de darse cuenta, porque siguió su camino sin siquiera detenerse
29 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Un camión vertió ayer sobre la calzada de la N-120 una considerable cantidad de gravilla. Perdió la carga cuando circulaba cuesta arriba por el tramo de esta carretera que sube desde el río Lor hacia el lugar de Abrence, en el término municipal de A Pobra do Brollón. El vertido llenó de piedras dos de los tres carriles de esta carretera en un tramo de aproximadamente cien metros de longitud. No hay constancia de que ningún coche sufriese desperfectos a consecuencia del incidente.
Los servicios de emergencia recibieron a las cinco y media de la tarde el aviso de que la calzada de la N-120 en una de las curvas cercanas a Abrence estaba llena de piedras que dificultaban la circulación. Poco después llegaba al lugar una patrulla de la Guardia Civil de tráfico y personal de la empresa que se encarga del mantenimiento de la carretera. Fue preciso cortar al tráfico dos de los tres carriles que tiene la carretera en esta zona. Los operarios tardaron aproximadamente una hora en limpiar por completo la calzada. Para ello, utilizaron palas y una máquina de aire como las que se emplean en los jardines para retirar las hojas.
Cuando llegó la Guardia Civil al lugar del incidente, no había ni rastro del camión que había perdido la gravilla. Todo apunta a que el conductor ni siquiera se dio cuenta de lo que había pasado, o que pensó que había perdido una parte muy pequeña de su carga.