El pavimento de Doctor Goyanes, hundido de nuevo a solo 7 años de las obras

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

A pesar de tratarse de una obra reciente ya ha sido sometida a distintas reparaciones

26 feb 2017 . Actualizado a las 17:12 h.

La plaza Doctor Goyanes necesita una reparación, y no será la primera. La reforma de este céntrico espacio urbano de Monforte todavía no ha cumplido diez años y ya acumula una considerable lista de retoques. Las obras se llevaron a cabo entre finales del 2009 y mediados del 2010, dentro del programa de reformas urbanas aplicado por el Ayuntamiento en aquella etapa. Al contrario que la mayoría de aquellos trabajos, esta no las llevó a cabo la brigada municipal, sino que fue adjudicado a una empresa privada.

Aquel proyecto cambió por completo el aspecto de esta plaza. La mayor parte del espacio se convirtió en peatonal y solo se conservó el espacio para coches en una calzada de un único sentido empedrada con adoquines, como estaba antes toda la plaza. Esa es precisamente la parte que presenta en estos momentos un peor estado de conservación.

Uno de los lados de la calzada está hundido prácticamente en toda su extensión entre el cruce con el Malecón y el inicio de Doctor Casares. El otro presenta también varios baches. En los últimos meses empezó a formarse otro socavón a la salida del puente viejo. En este bache, el firme está tan inestable que se hunde solo con empujar con el pie. Por la forma que tiene, si se hace más profundo, puede provocar daños en los coces que cruzan el puente viejo.

Con el debate abierto sobre el cierre al tráfico del puente viejo, llama la atención que la calzada de esta estructura, que data del siglo XVI, parezca resistir mejor el paso de vehículos que la instalada en la plaza hace menos de siete años.

Solo dos meses después

No es la primera vez que se llevan a cabo reparaciones en esta plaza después de su reforma. En septiembre del 2009, apenas dos meses después de terminadas las obras, operarios del Ayuntamiento cambiaron algunas piezas de granito de la zona peatonal de la plaza. Se habían deteriorado por el frecuente estacionamiento de vehículos de reparto dentro de la zona reservada para los viandantes. Ese no era el uso para el que estaba pensado ese pavimento, así que el Ayuntamiento corrió con los gastos. Volvió a hacerlo en mayo del 2012, para cambiar otras piezas de granito que se habían desgastado.

Y lo haría todavía una tercera vez en enero del 2013. Aquella vez, el gobierno local se vio obligado a enviar personal para arreglar los hundimientos de los adoquines que forman la calzada por la que pasan los coches. Fue una reparación en profundidad, que incluso obligó a cortar la plaza unos días al tráfico. Solo cuatro años después, el pavimento vuelve a estar igual.

SEPTIEMBRE 2010

ENERO 2013

SEPTIEMBRE 2009

Primera reparación

Cerrada al tráfico

El contrato

cronología

El Ayuntamiento cambia losas de granito deterioradas en la zona peatonal

Personal municipal cierra la plaza par reparar la calzada de adoquines

El Ayuntamiento adjudica la obra por 107.880 euros a la empresa Ibersilva

Una fuente, la parte enterrada del puente viejo y una estatua que no llegó

Las obras que se llevaron a cabo entre el 2009 y el 2010 llegaron diez años después de que los responsables municipales empezasen a sopesar la reforma del antiguo Cantón, el nexo de unión entre el casco viejo y el paseo del Malecón, bajo el que está enterrado parte del puente viejo. Los primeros planes los hizo públicos a finales de 1991 el gobierno local que presidía Nazario Pin. Pretendían cambiar de aspecto una plaza que entonces lucía un pavimento de adoquines a medio tapar por una capa de cemento y en la que aparcaban coches sin apenas orden. Sus planes pasaban por construir respetar el paseo de vehículos, mantener una zona para estacionar coches y construir una pequeña fuente en el área peatonal.

Poco que ver con el proyecto que finalmente se llevaría a cabo diez años después, ya con Severino Rodríguez en la alcaldía. La reurbanización mantuvo la calzada, pero eliminó las plazas de aparcamiento. El ayuntamiento sopesó aprovechar la reforma para instalar en ese lugar una estatua del escritor Lois Pereiro, al que solo un año después le fue dedicado el Día das Letras Galegas. El autor de Poemas para unha Loia solía cruzar la plaza Doctor Goyanes de camino o de vuelta de sus habituales paseos por el Malecón.