El Ayuntamiento pretende exponer la pieza en la Casa de Cultura cuando quede terminado su estudio
20 ene 2017 . Actualizado a las 22:21 h.En las navidades del 2014, la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural se hizo cargo de la llamada estela de Andemil, una singular pieza arqueológica descubierta en una finca particular de la parroquia chantadina de Vilaúxe. La lápida fue trasladada al museo de Viladonga, que desde hace años guarda los materiales que por falta de espacio no pueden ser depositados en el museo provincial. El Ayuntamiento de Chantada solicitó ya hace tiempo la cesión de esta pieza para exponerla de forma permanente en la Casa de Cultura, pero la estela no podrá ser entregada mientras no termine su estudio arqueológico, que aún no está completo.
Gonzalo Meijide, arqueólogo de Patrimonio, señala a este respecto que la investigación se ha prolongado más de lo previsto debido a que los especialistas de este departamento tienen muchas tareas pendientes. «Esperamos que isto tarde pouco tempo en solucionarse e que se poida atender canto antes á petición do Concello de Chantada», explica.
El deseo de que la estela fuese devuelta al municipio una vez que la hubiesen estudiado los arqueólogos ya fue expresado en su momento por los dueños del terreno donde apareció cuando la entregaron a Patrimonio. «O que queremos é darlle unha utilidade á peza e que supoña un beneficio para Chantada», indica José Luis Cortiñas, miembro de la familia propietaria. «Tamén nos gustaría que se investigase a fondo a finca onde encontramos a estela, porque pensamos que pode haber máis cousas», añade.
Única en la provincia
La estela apareció de forma casual entre las piedras del muro de cierre de una finca que estaba medio derruido. Los especialistas piensan que se trata probablemente de una lápida funeraria y señalan el gran parecido que presenta con otra estela que se conserva en el Museo Arqueolóxico e Histórico de A Coruña, procedente del municipio de Vimianzo. En la provincia de Lugo no se conoce hasta ahora ninguna otra pieza de este tipo. La estela de Vimianzo ?también llamada de Tines o de Victorino? fue datada por los arqueólogos entre finales del siglo IV y principios del V. Es muy posible que la de Andemil pertenezca al mismo período.
La lápida chantadina muestra un diseño esquemático de un rostro humano que en opinión de los investigadores ofrece un carácter indudablemente castreño. Por debajo de esta figura está labrada una cruz, que pudo ser añadida en una época posterior. No se puede saber si la estela contenía originalmente otros diseños, porque está rota por su parte inferior. La lápida de Vimianzo, en cambio, conservó una inscripción en latín que permitió determinar su antigüedad.
Criterios museísticos
De acuerdo con los criterios museísticos actuales, todas las piezas arqueológicas deben ser conservadas y exhibidas lo más cerca posible de los lugares donde hayan descubiertas originalmente. Al no haber en Chantada ninguna instalación museística, el centro de referencia para un caso como el de la estela de Andemil debe ser el museo provincial. Pero este centro ya hace mucho tiempo que no dispone de espacio para almacenar todas las piezas que recibe. La lápida chantadina, como muchos otros materiales, fue entregada al museo de Viladonga, que la tienen guardada en un edificio de la capital de la provincia.
No obstante, Patrimonio puede ceder la pieza al Ayuntamiento de Chantada para que la muestre al público, a condición de que esto se haga en unas condiciones satisfactorias de conservación y seguridad.
Otros casos
El museo de Viladonga también se hizo cargo de otros materiales arqueológicos hallados en los últimos añose en el sur de la provincia. Es lo que sucedió con las numerosas industrias paleolíticas halladas desde el 2006 en Monforte y las piezas descubiertas en el castro de San Vicente do Pino. Estos materiales no pueden ser exhibidos en el museo provincial ni en el de Viladonga por falta de espacio. La única posibilidad de que se muestren al público es que el Ayuntamiento de Monforte solicite su cesión y habilite unas instalaciones adecuadas.