Empieza el derribo del muro de la vieja huerta que hoy es el Parque dos Condes

La Voz

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LA VOZ DE GALICIA

29 de noviembre 1991

29 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un cuarto de siglo, los vecinos de Monforte veían por fin algo que llevaban esperando mucho tiempo. En noviembre de 1991 empezaron las obras de construcción de lo que entonces se denominaba provisionalmente Xardín dos Condes y que acabaría por llamarse Parque dos Condes. El primer paso fue el derribo parcial del muro que separaba este espacio -la antigua huerta de los Escolapios- de la calle Cardenal. Por primera vez en muchos años se podía ver desde el exterior este vasto terreno, al que solo tenían acceso los profesores y alumnos del colegio Escolapios. Tradicionalmente, era una opinión generalizada entre los monfortinos que este espacio debía ser cedido o adquirido de alguna forma para crear una nueva zona de esparcimiento, algo que en la ciudad no era precisamente abundante.

El proyecto de creación del nuevo parque, elaborado por un equipo que dirigió el arquitecto Carlos Enrique Meijide, convirtió finalmente en realidad esta vieja aspiración. De las obras debería encargarse la escuela taller municipal. El primer hueco abierto en el muro de la vieja huerta se utilizó para introducir material y maquinaria de obras. Una de las primeras acciones de los alumnos trabajadores de la escuela taller, según lo previsto por entonces, consistiría en derribar otro trozo de muro para facilitar el paso de camiones.

Cierre de obra

El resto de la tapia se conservó para utilizarlo como cierre de obra, de forma que hubo que esperar para ver su demolición completa. Previamente, la escuela taller seleccionó las zonas en las que se consideraba que había que retirar o poner tierra para dar forma al nuevo espacio. También se talaron varios árboles que crecían en la huerta y se respetaron solo los que estaban situados en la orilla del río. Según el proyecto habría además que construir una estructura subterránea para albergar las dos lagunas que estaba previsto crear aprovechando el cauce del arroyo de As Malloadas.

En el tiempo que transcurrió desde entonces, el Parque dos Condes se convirtió en uno de los espacios más emblemáticos y frecuentados de la ciudad. Fue también un paso significativo en el proceso de reapropiación y adecentamiento del cauce urbano del Cabe, al que Monforte había dado la espalda durante mucho tiempo. Después vendrían las diferentes fases de la construcción del paseo fluvial y los planes de rehabilitación de viviendas situadas en las márgenes del río, que transformaron profundamente el paisaje urbano. Fueron muchas las cosas que empezaron a cambiar en noviembre de 1991, tres años después de la caída del muro de Berlín, cuando Monforte vio cómo comenzaba la demolición de su propio muro, mucho más viejo que el de la capital alemana.