El plan hidrológico impide edificar en numerosas calles de Monforte

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

roi fernández

Las restricciones afectan a toda la zona urbana paralela al cauce del río Cabe

02 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Nadie vincularía a simple vista el Plan Hidrológico Nacional con el ordenamiento urbanístico de Monforte. Pero el futuro planeamiento de la ciudad se verá condicionado de forma determinante por el documento que aprobó el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. «Vai dar moito que falar cando se retome o plan xeral», dice el alcalde. Tomé se refiere a las restricciones en materia de edificación que afectarán, al menos en los seis próximos años, a las zonas urbanas más próxima a las riberas del Cabe.

La parte del plan hidrológico que afecta a la cuenca del Miño-Sil entró en vigor el pasado mes de enero, tras la publicación del real decreto y de la consiguiente orden de la Consellería de Medio Ambiente y Ordenación do Territorio. Entre sus objetivos está la conservación de las masas de agua y el uso racional de sus recursos. Pero también plantea medidas preventivas frente a las inundaciones que afectan a la planificación del territorio y al urbanismo. Monforte, por su condición de zona de riesgo, sufre muy directamente estas restricciones.

Cerca de la estación

«O plano hidrolóxico foi remitido ao Concello no 2013. Pola información que teño, non houbo ningunha alegación municipal no período de exposición pública. Non sei que capacidade de manobra real terían os concellos, pero o que vexo é que tomalo á lixeira como se fixo no caso de Monforte vai traer consecuencias moi graves», señala Tomé.

Las limitaciones que establece el plan hidrológico afectan a las zonas inundables, aquellas donde se concentra preferentemente al agua durante las avenidas. La cartografía, disponible en la página web del ministerio, establece una zona de protección muy generosa en todas las calles que discurren paralelas al cauce del Cabe. «Á altura do Morín, a zona afectada chega ata cerca da estación de tren», indica el alcalde. En la misma situación se encuentran las traseras de Doctor Casares, el Malecón o el campo de la Compañía.

Los caudales de avenida se diseñan a partir de una aplicación que valora las condiciones orográficas y el volumen de agua que pueden arrastrar los cauces fluviales en circunstancias extremas. En su área de influencia, las obras deben ser informadas por la Comisaría de Aguas y en principio no se admite ningún tipo de nueva construcción.

Zonas de mayor riesgo

La ley que está en vigor desde el pasado mes de enero establece que en las zonas urbanas susceptibles de anegamiento deben evitarse con carácter general «nuevos aprovechamientos urbanísticos, nuevas ocupaciones edificatorias y nuevos elementos infraestructurales».

Las nuevas construcciones también se limitan en las riberas de los arroyos

Los redactores del plan especial de protección fueron los primeros en percatarse del impacto a nivel urbanístico de la nueva legislación hidrológica. La delimitación del casco histórico de Monforte incluye ahora las márgenes del río Cabe como zonas de respeto, por lo que los técnicos tuvieron que adecuar su propuesta a la actual normativa sobre riesgo de avenidas. El plan hidrológico condicionará en buena medida un futuro plan general de ordenación municipal, pero ya afecta en estos momentos a las solicitudes de licencia de obra de las calles incluidas en el área inundable.

La cartografía que incluye el plan hidrológico pone de manifiesto que las restricciones en materia edificatoria no solo incumben a las zonas urbanas más próximas al cauce del Cabe. También se delimitan algunas áreas de protección en torno a los diferentes arroyos que atraviesan el casco urbano. El Ayuntamiento deberá redactar a partir de ahora su propio plan de riesgos, pero en materia urbanística parece tener las manos atadas.

Errores en la aplicación

«Non vai haber cambios na lexislación polo menos nos próximos cinco anos, e tampouco esta claro que se poida facer moito logo», reconoce Tomé. A lo sumo, añade, «algún pequeno retoque» en los posibles fallos de la aplicación informática que se empleó para delimitar las zonas inundables. «Hai rúas nas que aparece como inundable unha marxe e a outra non. Podería ter explicación a diferentes niveis, pero non en sitios onde non existe pendente», apunta el alcalde.