Primer corrimiento de tierra en el tramo más inestable del corredor

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

r.f.

Esta semana fue preciso retirar toneladas de tierra en las cercanías de Ribas Altas

01 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A menos de dos meses de que se cumpla un año de su apertura al tráfico, el corredor Monforte-Sarria ha sufrido su primer desprendimiento de tierras. No ha tenido consecuencias graves, entre otras cosas porque no ha llegado a alcanzar la calzada, pero para asegurar el terreno ha sido preciso mover toneladas de tierra.

El desprendimiento se produjo hace días en la conocida como Serra de Pedrouzos, situada al norte de la carretera, entre esta infraestructura y O Chao do Fabeiro. Una capa superficial de tierra se vino abajo en la ladera que termina en el camino de servicio paralelo al corredor. Las consecuencias no fueron graves, pero un movimiento de tierra así puede ser el preludio de otro más importante, así que las obras para asegurar la ladera empezaron de inmediato.

Desde la semana pasada, fue continuo el trasiego de excavadoras y camiones por los dos caminos de servicio laterales en el tramo más próximo a Ribas Altas, junto a la entrada norte a Monforte. En la ladera de O Regueiral, las palas retiraron primero la tierra que se había movido y después trabajaron para asegurar el talud. Los camiones fueron trasladando todo el material a una explanada situada al otro lado de la carretera, entre el corredor y la LU-546.

Las obras de asentamiento de este talud iban a terminar ayer mismo. Fuentes de la consellería remarcaron ayer que la calzada no se ha visto afectada por este problema. Los trabajos llevados a cabo durante los últimos días, explican en la consellería, pretenden acondicionar estos terrenos para hacerlos más resistentes de cara al invierno, la época del año en la que las lluvias incrementan el riesgo de corrimientos.

casi un año terminado

Abierto en dos fases

El tramo en el que se produjo este desprendimiento fue inaugurado el 23 de octubre del año pasado. El 1 de diciembre quedaban abiertos al tráfico los nueve kilómetros que le faltaban al corredor, entre Bóveda y la cuesta de Oural (Sarria).