El centro de salud solo tiene abierta una de las tres disponibles
30 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Dos de las consultas de pediatría del centro de salud de Monforte estaban ayer cerradas, lo que saturó de pacientes la única que permanecía en servicio. Se trata de un problema temporal que se resolverá cuando los dos médicos que ayer no trabajaban agoten los días libres que habían solicitado, pero que se repite cada cierto tiempo sin que la Consellería de Sanidade acierte a ponerle remedio. La única consulta abierta tuvo que atender por la mañana 44 pacientes con cita previa, además de los que se presentaron sin vez y con dolencias inesperadas.
El desvío a un solo médico de los pacientes que habitualmente son atendidos entre tres prolongó el tiempo de espera y complicó la asistencia a los casos urgentes, los que se presentan sin haber obtenido cita previa en el mostrador de recepción del centro o por Internet. Ayer por la tarde era imposible obtener cita pediátrica en el centro de salud de Monforte para hoy, el lunes o el martes. Era preciso esperar al miércoles para encontrar las primeras disponibles.
En la Consellería de Sanidade confirmaron que dos de los pediatras con consulta en el centro de salud de Monforte están disfrutando días libres que les corresponden y admiten que no está previsto ponerles sustitutos para evitar la saturación. En estos casos, en Sanidade suelen asegurar que es muy difícil encontrar pediatras en paro, lo que complica la cobertura de vacantes temporales como las de estos días.
Una fuente de conflictos que estalla de vez en cuando
El servicio de pediatría es de lejos el más polémico de los que dispone el centro de salud de Monforte. La carencia de profesionales o la resistencia de las autoridades sanitarias a dotarlo de los medios precisos es una fuente de conflictos que estalla de vez en cuando. Las quejas son frecuentes, pero las últimas que llegaron a la calle en forma de movilizaciones se produjeron hace ya cerca de diez años. En el 2007, los usuarios presionaron mediante manifestaciones y denuncias públicas para protestar por las carencias de un servicio que en aquel momento solo era atendido por un pediatra. Reivindicaban incluso la puesta en marcha en el hospital de un servicio de urgencias pediátricas. Eso no lo consiguieron, pero sí que volviese a abrir la segunda consulta en el centro de salud y poco después la concentración de un tercer profesional.