Acusan al jefe de la comisaría de resistirse a premiar a los policías que salvaron a una niña

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Un sindicato denuncia sanciones arbitrarias a los agentes en medio de una gestión «caótica» del servicio

30 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Sigue la tensión en la comisaría de Monforte. Uno de los sindicatos de la Policía Nacional denuncia esta vez que el responsables de las instalaciones se resiste habitualmente a proponer para recompensa a los agentes que protagonizan actuaciones que podrían merecerlas. Ha ocurrido de nuevo, aseguran, con los policías que recientemente redujeron a un joven que se les enfrentó con una espada y al día siguiente salvaron la vida a una niña de 14 años que se desangraba tras un accidente doméstico.

La Confederación Española de Policía (CEP) denunció ayer mediante un comunicado que el mando de la comisaría monfortina, el inspector jefe Juan Francisco Mariñas, gestiona el servicio de manera «caótica». Y señala como corresponsable a su superior, el comisario provincial Manuel Teijeiro, al que dice que han denunciado esta situación «una y otra vez» antes de decidir hacerlo público en vista de que estas quejas por los cauces internos no parecen dar resultados. «La incapacidad que demuestra el jefe de la comisaría para gestionar los recursos de los que dispone, especialmente los humanos, implicaría un deterioro en la atención a los ciudadanos si no estuviese compensada con el excepcional desempeño y compromiso de los policías que tiene a sus órdenes», apuntan desde la dirección provincial del CEP.

Como ejemplo de esa incapacidad esta organización sindical denuncia la sucesión de expedientes disciplinarios sin base contra distintos policías. Según aseguran, suele suceder que los funcionarios le pidan por escrito al jefe de la comisaría instrucciones para actuar en según que intervenciones, que él se las niegue verbalmente y que después, cuando, los agentes se ven obligados a tomar decisiones sobre la marcha «de forma razonable» entonces les abre expediente. «Expedientes que podría abrir igualmente si la decisión [que hubiesen adoptado los agentes] fuese la contraria», afirman en el CEP.

Estas circunstancias, aseguran los representantes de los funcionarios, generan inseguridad en el personal de la comisaría, además del estrés propio de cualquier actuación policial.

La madre les dio las gracias por escrito

La casualidad quiso que fuesen los mismos policías los que intervinieron en los dos sucesos más llamativos de este verano en Monforte. En el primero, el 23 de agosto, tuvieron que reducir a un chico armado con una catana y fugado de un centro de menores. Al día siguiente, acudieron a un piso cercano a la comisaría en el que una niña perdía sangre tras cortarse accidentalmente con un cuchillo. La madre de la pequeña entregó después en comisaría un agradecimiento por escrito. El personal sanitario que intervino dijo que si los agentes no llegan a taparle la hemorragia, la chica podía haber muerto