La maleza está aislando el castro de A Cividade

francisco albo / carlos rueda MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS RUEDA

La vegetación silvestre y la señalización deficiente dificultan las visitas a un espectacular rincón del cañón del Sil

01 oct 2016 . Actualizado a las 21:26 h.

El castro de A Cividade se encuentra en uno de los parajes más espectaculares y conocidos del municipio de Sober, al borde del cañón del Sil y en las proximidades del mirador del mismo nombre. A pesar de esta cercanía, hoy no resulta nada fácil llegar al castro desde el mirador debido a que la maleza ha cerrado en gran parte el sendero que los une, de tal manera que es muy difícil distinguirlo en el paisaje y muy fácil perderse. Además, un panel situado en el entorno del mirador que indica la dirección del asentamiento castreño confunde a los visitantes, ya que dice que la distancia es de trescientos metros cuando es realidad es de cuatrocientos.

Eso es lo que parece haber sucedido con unos visitantes que dejaron recientamente una pintada en el panel con las cifras 300 x 5 = 1.500. Aunque el camino no tiene tanta longitud, es posible que quienes hicieron esta inscripción se perdiesen por la zona y tuviesen que dar varios rodeos hasta encontrar el castro. En el panel también están escritos varios comentarios -con palabras malsonantes- en los que se critica acerbamente el estado de la carretera de acceso al mirador y la calidad de la señalización.

Los problemas para dar con el camino correcto empiezan a unos doscientos metros del mirador. Hasta ahí, la ruta discurre por un cortafuegos y no presenta muchas dificultades de orientación. Pero a partir de ese punto, el camino empieza a llenarse de helechos y otras plantas, que en el tramo más cercano al castro alcanzan una altura de cerca de un metro y medio. La falta de desbroces y la ausencia de una señalización suficientemente clara hace muy difícil localizar el sendero entre la vegetación, especialmente para las personas que no conocern previamente la zona.

También en la croa

En el recinto central del castro también crece la maleza, aunque por ahora no hay muchas dificultades para moverse por el lugar. El problema consiste en llegar hasta ese punto. De todas maneras, la croa presenta hoy un aspecto muy diferente del que ofrecía hace cuatro años, cuando los miembros de la asociación cultural O Colado do Vento se encargaron de desbrozar la zona para facilitar las visitas. Al parecer, desde que aquellas fechas no se volvió a realizar ninguna operación de limpieza en el castro ni en el sendero de acceso.

En el entorno de un mirador con diseño vanguardista abierto en el 2012

Los trabajos de desbroce acomertidos por la asociación O Colado do Vento coincidieron aproximadamente con la inauguración del nuevo mirador de A Cividade, que se produjo en octubre del mismo año. La estructura fue diseñada varios años antes por la arquitecta Isabel Aguirre dentro de un proyecto promovido por el Centro Galego de Arte Contemporánea. La financiación de las obras corrió a cargo de la Consellería de Cultura. El mirador fue construido con acero corten y madera de pino nórdico y el diseño se planteó con la intención de reducir al máximo el impacto visual en el paisaje. Anteriormente hubo en el lugar otro mirador sin valor arquitectónico, construido en los años setenta y denominado Cotarro 1. La apertura de la nueva estructura hace cuatro años atrajo a numerosos visitantes al lugar.