Un hotel de lujo comido por la maleza

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

El Palacio de Sober está sumido en el abandono a la espera de que la empresa propietaria sea liquidada

27 sep 2016 . Actualizado a las 23:00 h.

Lo que se ve en estas fotos es el efecto de un año de abandono en un hotel de lujo. El Palacio de Sober dejó de recibir clientes a principios del 2013 y cerró definitivamente en marzo del 2014, pero hasta el año pasado los propietarios tenían a tres personas en plantilla para que se ocupasen del mantenimiento, pero no les pagaban así que aquello también se acabó. Las instalaciones, cuya construcción tuvo un coste millonario soportado en buena medida con fondos públicos, languidecen pasto de la maleza a la espera de ver cómo se resuelve el proceso judicial de liquidación de la empresa.

En apariencia, todavía no se aprecian ni el edificio central ni en los auxiliares de este malogrado hotel daños estructurales por este abandono. La peor parte se la están llevando las zonas verdes que ocupaban la mayor parte del recinto exterior. Las zonas de césped, los paseos bajo pérgolas y las fuentes que rodeaban el hotel están ahora en su mayor parte impracticables. En una fotografía aérea costaría distinguirlas del terreno a monte de los alrededores.

Este hotel abrió el 15 de octubre del 2010 con el objetivo de atraer a la Ribeira Sacra clientes de alto nivel adquisitivo capaces de pagar por un cinco estrellas. La suite real costaba 750 euros por noche y las habitaciones más económicas no bajaban de 320. El proyecto, que operó al margen de las cadenas hoteleras, no funcionó.

El hotel fue construido completamente nuevo encima de las ruinas de un antiguo palacio de origen medieval.

La administración judicial, a la espera de que su plan de venta reciba el visto bueno

La empresa Alvaher 98 aplicó el 2 de marzo del 2013 un expediente de regulación de empleo con carácter temporal que fue presentado como un intento de enderezar el rumbo del hotel. Pero al final del tiempo de vigente del ERE la plantilla fue despedida. La firma, propiedad del madrileño Alberto Vaquero y dedicada fundamentalmente a la venta de carne, entró en concurso de acreedores en febrero del 2015 y desde entonces es gestionada por un despacho de abogados de Barcelona por encargo del juzgado mercantil de Madrid que dirige el proceso.

Esta primavera, los administradores judiciales ya habían desistido de lograr un acuerdo con los acreedores que permitiese a la empresa salir de la situación y continuar operando. No quedaba otra vía que la liquidación de todos sus activos. El juez ya tiene sobre la mesa un plan concreto de liquidación. En cuanto le dé su visto bueno, se sabrá en qué condiciones intenta el juzgado vender las propiedades de Alvaher 98 para tratar de compensar al menos a los acreedores que tienen preferencia y si el hotel de lujo de Sober va en el lote de todas las demás o no.