El 19 de octubre de 1996 con Manuel Fraga como maestro de ceremonias y Arturo Coral como alcalde se inauguraba en la localidad de Sarria la gigantescas escultura del Peregrino, en pleno Camiño Francés y situada en la Rúa do Peregrino.
La artista afincada en Madrid María Carretero fue su autora y desde que fue instalada se celebran sus distintas onomásticas, la última cuando cumplió 15 años.
La intención de su creadora era la celebrar de manera especial el próximo otoño el vigésimo aniversario, pero con lo que no contaba era con que la estatua se encuentra actualmente rodeada de vallas y está prohibido acceder a ella.
El motivo de que el monumento se encuentre literalmente entre rejas es que está situado justo en la zona de Ponte Ribeira, cortada al tráfico desde hace dos años con motivo de la paralización de las obras del plan de encauzamiento.
Al menos otro año
La situación de aislamiento de la escultura continuará, como mínimo, durante un año más ya que durante los próximos meses no se podrán realizar obras en el cauce del río Sarria en el caso de que la Confederación Hidrográfica Miño Sil aceptara ejecutar el proyecto previsto para recuperar el tránsito rodado en esta zona de la villa.
La posibilidad más viable para restablecer el paso, en este caso solo para los que circulen a pie, sería levantar una pasarela peatonal, pero los trabajos también durarían varias semanas y pensar en que estuvieran terminados en octubre es una utopía.