Chapuzones desde un petroglifo en Vilasouto

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

xabier moure

La roca donde figuran los grabados sirve de trampolín cuando el nivel del agua del embalse lo permite

07 ago 2016 . Actualizado a las 21:17 h.

No todas las zonas de baño brindan la posibilidad de lanzarse al agua desde un petroglifo. Pasa a veces, no siempre, en el embalse de Vilasouto, en el municipio de O Incio. Cuando el cambiante nivel de las aguas lo permite, los bañistas tienen la oportunidad de utilizar como trampolín la roca en la que se encuentran los grabados prehistóricos. La inmensa mayoría no lo saben, porque ni siquiera existe una indicación que advierte sobre su existencia. Por la señalización de los petroglifos de Agro do Pepe -que es el nombre que reciben- viene peleando desde hace mucho tiempo el arqueólogo Xabier Moure, uno de sus principales divulgadores. Al menos hasta la fecha, sus reivindicaciones no han encontrado demasiado eco.

De ruta por el sur lucense en busca de nuevos hallazgos, Moure realizó recientemente una visita a la zona en la que se encuentran situados los grabados de Agro do Pepe. El nivel del embalse había bajado ese día y se encontró con unos jóvenes que estaban utilizando esa roca como trampolín. «Sinalizalos é importante para que a xente colla conciencia do que hai alí. Cando falei cos mozos do que significaban aqueles gravados e cal era o seu valor, comprendérono inmediatamente. Laiábanse de que non houbese información ao respecto e de que non estivesen minimamente protexidos», señala el arqueólogo.

Escrito al Ayuntamiento

Xabier Moure se dirigió por escrito al Ayuntamiento de O Incio y a los partidos políticos representados en la corporación municipal para que hagan valer en este caso las directrices que establece la Lei do Patrimonio Cultural de Galicia. Según destaca el arqueólogo, el artículo tercero del texto que aprobó la Xunta el pasado mes de mayo obliga a los ayuntamientos a «protexer, difundir e fomentar» el valor cultural de los elementos patrimoniales. Y también a adoptar las medidas cautelares «necesarias para salvagardar os bens que visen a súa integridade ou valor ameazados», notificando si procede la situación a la Consellería de Cultura.

Este experto sugiere incluso la posibilidad de una reubicación. «Hai precedentes de traslados ao museo de Pontevedra. Tamén se podería levar a outro lugar próximo, ben sinalizado e protexido cunha varanda. A súa situación orixinal xa perdeu sentido coa construción do encoro», apunta.

No solo estaría el problema de la presencia de bañistas o del desembarco de piraguas en el lugar donde se encuentran los petroglifos. Xabier Moure alerta sobre la erosión que está desgastando la piedra en la base. «O petróglifo podería acabar no fondo do encoro. As administracións responsables deben coidar de que non se deteriore máis do que está. Trátase dun BIC, e polo tanto goza da maior protección legal que pode ter un monumento», advierte.