La agonía de la antigua chacinera de Monforte

La Voz

LEMOS

19 de julio 1991

01 ago 2016 . Actualizado a las 18:16 h.

Unas instalaciones obsoletas y una gestión empresarial inadecuada. Esas fueron las causas centrales del cierre final de la popular chacinera, la fábrica de productos cárnicos que fue durante más de treinta años uno de los emblemas de Monforte. A principios de los años noventa, la empresa agonizaba después de años de declive. El entonces delegado provincial de Traballo, Manuel Bande Díaz, confirmaba en declaraciones publicadas en este diario el 19 de julio de 1991 que acababa de abrir el período de consultas para extinguir los puestos de trabajo que todavía mantenía le empresa.

La chacinera se llamaba en aquel momento Campoverde S.A. y era propiedad en su mayor parte del empresario José Rodríguez López, que se había hecho con ella siete años antes con la intención de reflotarla. Pero no logró frenar las pérdidas económicas y en el verano de 1991 ya era evidente que la empresa estaba abocada al cierre definitivo.

En aquel momento, los representantes de la empresa y los de los trabajadores, asesorados por la UGT y la Converxencia Intersindical Galega, negociaban en busca de un acuerdo. Ya no había posibilidad de buscar la recolocación de la plantilla, ni en su totalidad ni para solo una parte, así que el diálogo se limitaba a la búsqueda de unas compensaciones económicas satisfactorias por los despidos.

Como portavoz de la empresa ejercía en aquel momento Daniel Barrola, que aseguraba que los propietarios de la fábrica están completamente abiertos a negociar una salida lo menos traumática posible para los trabajadores.

Quedaban 39 trabajadores

La empresa tenía en 1991 una plantilla de 39 empleados, aunque habían sido bastantes más en los años que siguieron a su apertura en los años cuarenta. Según recoge la web del profesor José Ramón Casanova (www.jrcasan.com), el Ayuntamiento de Monforte aprobó el 4 de abril de 1940 una resolución en la que se hacía eco del proyecto de «instalar en esta localidad una fábrica de embutidos» por parte de la Compañía Industrial Chacinera S.L. y pedía al Ministerio de Industria que agilizase al máximo los trámites.

El edificio de la chacinera, situado en la calle Escultor Francisco Moure, lleva veinticinco años cerrado y abandonado.