El plan de recuperación de la muralla plantea nuevas demoliciones

Luis Díaz
Luis Díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNANDEZ

Los derribos de edificaciones se realizarían bajo control arqueologico para evitar desplomes como el del 2001

12 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El desplome en enero del 2001 de veinte metros de muralla, a la altura de la calle Santo Domingo, abrió un debate sobre la conveniencia de eliminar las edificaciones adosadas a la antigua fortaleza medieval. La caída se produjo en un tramo en el que habían sido demolidas algunas de esas construcciones, adquiridas por el Ayuntamiento en la etapa de Celestino Torres en la alcaldía. Los vecinos de la zona se apresuraron a relacionar ambas circunstancias. Pese a los desmentidos municipales, el tiempo acabó por darles la razón. En abril del 2006, la Dirección Xeral de Patrimonio daba a conocer un informe que advertía del riesgo de acometer nuevas intervenciones en viviendas adyacentes a la fortificación.

El plan director que está en manos de la Xunta de Galicia desde el año 2008 persevera, sin embargo, en la eliminación de los inmuebles que se levantaron sobre la muralla del conjunto monumental de San Vicente. Entre las intervenciones que propone llevar a cabo ese documento con vistas a la recuperación de la muralla, está la demolición de otras viviendas que ocupan su trazado. La actuación más ambiciosa se sitúa en las inmediaciones de la puerta de la Alcazaba, donde de procedería a la demolición de las viviendas adosadas a la fortaleza.

Sin valor arquitectónico

Los trabajos de derribo, detalla el plan, se llevarían a cabo bajo control arqueológico para evitar posibles daños. Patrimonio advirtió tras el desplome del 2001 que la demolición de las viviendas adosadas había sido contraproducente para la estabilidad de la muralla. El proyecto elaborado ahora por encargo de la Xunta entiende que los derribos de nuevas edificaciones no tienen por qué ser problemáticos con la debida supervisión. Las construcciones elegidas, según su criterio, carecen de valor histórico o tipología constructiva que justifiquen su conservación. 

Hay otras demoliciones de elementos constructivos próximos a la fortificación que se contemplan en el plan director, pero en principio parecen menos complejos que el que afecta a las proximidades de la puerta de la Alcazaba. Los derribos afectarían también a la edificación que ocupa parte de una gruta existente en el Campo de la Virgen y a inmuebles situados a la entrada a la muralla por la Cárcel Vieja. 

Si el proyecto llega a ejecutarse, deberán acondicionarse buen numero de fachadas de viviendas y desaparecerán bloques de cierres construidos en ladrillo y hormigón a lo largo del conjunto monumental de San Vicente. Este tipo de construcciones proliferan de manera especial, de acuerdo con el estudio, entre la torre del Arco y el torreón situado a la altura de la rúa do Burato. Con carácter general, el plan director de la muralla postula le necesidad de realizar un desbroce selectivo enla totalidad de su perímetro para proceder a los sondeos arqueológicos.