Huellas ocultas del paso del antiguo camino real en Monforte

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

En la calle Zapardiel quedan vestigios del tramo que daba acceso al núcleo histórico de la ciudad

29 dic 2015 . Actualizado a las 13:21 h.

Los peregrinos que llegan a Monforte el Camino de Invierno no pasan exactamente por los mismos lugares que recorrían los viajeros del antiguo camino real de Castilla, que coincide con la actual ruta histórica. Hoy no es posible hacer el mismo recorrido por el casco urbano principalmente porque un tramo del viejo camino fue cortado por la vía del ferrocarril. Pero en la ciudad aún quedan algunas huellas ocultas de ese antiguo itinerario, que la asociación Camiños a Santiago pola Ribeira Sacra trata de identificar y divulgar.

Uno de los rastros visibles que quedan del viejo camino real consiste en los restos de un pequeño puente que atravesaba el arroyo Zapardiel a la altura de la calle del mismo nombre. Según todos los indicios, por este lugar pasaban los arrieros y caminantes antes de subir por la ladera del monte de San Vicente para entrar en el burgo amurallado por la Porta Nova. Ese tramo del camino -según indica Aida Menéndez, presidenta de la referida asociación- lleva muchos años abandonado y está cubierto por la maleza, pero aún se puede distinguir entre los muros que cierran las fincas de la zona. «Talvez sexa posible rehabilitalo e facer unha pasarela no río para reconstruír este último tramo da ruta orixinal», apunta.

Trecho desaparecido

El camino antiguo, señala por otro lado Menéndez, discurría a lo largo de la calle Zapardiel antes de atravesar el cauce. Más atrás se cruzaba con la actual calle Leopoldo Calvo Sotelo, que originalmente era una carretera importante. En Monforte fue denominada hasta tiempos todavía recientes como carretera de Lalín. Al otro lado de este vial, todo lo que resta hoy del camino es un callejón de tierra con algunas construcciones que al cabo de unas decenas de metros queda cortado por la vía del tren y por unos edificios ferroviarios que se encuentran al otro lado.

Los viajeros de antaño llegaban a este paraje -por el que hoy es imposible pasar- después de entrar en Monforte por el barrio de As Cruces, donde aún se conserva el edificio de un antiguo mesón de arrieros y comerciantes que fue recientemente identificado por miembros de la asociación. El camino real llegaba a este barrio desde la parroquia de Reigada. A los peregrinos de hoy, las guías del Camino de Invierno les recomiendan desviarse al llegar a la vía férrea para acceder al centro urbano por la calle Roberto Baamonde, o bien subir por la calle Real para visitar el conjunto monumental de San Vicente do Pino y el antiguo burgo monfortino.

Rehabilitar la ruta dentro de lo posible

Aida Menéndez espera que el reciente reconocimiento del Camino de Invierno como ruta jacobea ayude a rehabilitar diversos elementos históricos de este itinerario que en la actualidad son casi desconocidos. En el caso del tramo que pasa por la calle Zapardiel, señala que la profunda transformación urbanística que ha sufrido la zona no permitirá recuperar totalmente el trazado original «a menos que se decida construír un paso subterráneo por debaixo da vía do tren». Pero en su opinión sí puede ser factible la rehabilitación del camino de acceso al burgo histórico desde las orillas del arroyo que corre al pie del monte.

Aunque la zona por la que discurre este tramo está muy alterada y en el entorno del arroyo hay toques evidentes de feísmo urbanístico, Menéndez considera que habría que esforzarse por recuperar el trazado de la antigua ruta en la medida de lo posible. «Non sería unha intervención moi custosa e engadiríalle á ruta un valor histórico moi interesante», apunta. «Sería moi importante que os peregrinos puidesen subir pola ladeira do monte seguindo o camiño tradicional e entrar no núcleo antigo pola Porta Nova, como fixeron durante séculos os que chegaban polo camiño real, porque esa é a súa vía habitual de acceso ao vello Monforte», apunta. La iniciativa, dice por otro lado, reforzaría la vinculación histórica del Camino de Invierno con la antigua villa amurallada.