En el Miño del último cesteiro y los canteros del siglo XVII

carlos rueda, francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Un recorrido de cinco kilómetros lleva desde el río hasta un templo de gran valor histórico en Chantada

05 dic 2015 . Actualizado a las 22:41 h.

La iglesia de Santa María de Nogueira de Miño, uno de los elementos más destacados del patrimonio histórico de Chantada, ha cobrado cada vez más importancia en los últimos tiempos gracias a la restauración de un excepcional conjunto de murales renacentistas que se conserva en su interior. Para visitar este templo es muy aconsejable realizar un recorrido a pie desde el puente de Portotide -en el límite de los municipios de Chantada y O Saviñao-, lo que permite apreciar el patrimonio monumental y paisajístico de la zona.

Para empezar el recorrido a la altura del puente hay que tomar en primer lugar la carretera que lleva a la aldea ribereña de Pincelo, situada a unos seiscientos metros. La vida de esta localidad fluvial ha estado siempre muy ligada a los recursos tradicionales del Miño. En el pueblo pueden verse algunas de las barcas que se empleaban en la zona para el transporte de personas y ganado, para la pesca fluvial y para la vendimias en los viñedos de las orillas del río. En la aldea, por otro lado, todavía sigue en activo el único cesteiro que queda en la zona y posiblemente en toda la Ribeira Sacra. Se trata de Avelino García, conocido como popularmente como el cesteiro de Pincelo.

Vistas de las dos orillas

Tras visitar la aldea hay que seguir avanzando por el asfalto a lo largo de un kilómetro hasta salir a la carretera que une la capital del municipio con Nogueira. A unos cincuenta metros de este punto se encuentra la iglesia de Santa María da Sariña, construida en la primera mitad el siglo XVIII. De ella hay que destacar un singular altar exterior adosado al muro norte y protegido por un sencillo cobertizo que se apoya en dos columnas. En dicho altar se representa la imagen de la Virgen sobre un podio o pedestal, todo ello construido en granito. Visitada la iglesia, regresamos al punto de entronque con la carretera local y giramos a la izquierda en dirección a Nogueira.

En el kilómetro 2,6 y a la izquierda de la carretera está el mirador de Terra Branca, desde el que se dominan unas espectaculares vistas de ambas riberas del río Miño, la de O Saviñao y Chantada. Seguidamente hay que recorrer otros 2,4 kilómetros por el asfalto hasta entrar en la localidad de A Eirexe, lugar donde s se encuentra la iglesia de Santa María de Nogueira. La construcción original es un templo del románico tardío y data de la segunda mitad del siglo XII. Aunque el edificio ha sufrido numerosas transformaciones, de la iglesia primitiva aún se conserva una buena parte de la nave, excepto la fachada principal y la torre de las campanas, que fueron reformadas en el siglo XVII y ofrece claras influencias barrocas.

Los murales renacentistas del interior, de un marcado valor artístico, están en la tercer fase de su restauración. En los muros norte y sur ya finalizaron los trabajos. En el primero de ellos se representa una escena del Juicio Final presidido por el Pantocrátor. En el muro sur están pintadas la coronación de Santa María y la resurrección de Cristo. En esta parte, además, pueden verse los croquis que grabaron con punzón en las paredes los canteros que trabajaron en la reforma de la iglesia en el siglo XVII. Estos dibujos, conocidos como monteas, ofrecen un destacado interés histórico.

La iglesia se puede visitar por dentro llamando previamente al teléfono 699 122 740. En las cercanías del templo, en una pequeña plazoleta, hay un cruceiro labrado en granito con las imágenes de Cristo crucificado y la Virgen en posición orante.