El cambio en la Diputación deja el futuro de Augas Mestas en el aire

Francisco Albo
FRANCISCO ALBO QUIROGA / LA VOZ

LEMOS

Trabajos de reparación en la cafetería del centro realizados el pasado mes de mayo.
Trabajos de reparación en la cafetería del centro realizados el pasado mes de mayo. roi fernández< / span>

Los concesionarios dicen desconocer los planes del organismo provincial

10 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un mes después del cambio de gobierno en la Diputación, los concesionarios del club náutico quirogués de Augas Mestas aseguran no saber nada acerca de la marcha de los trámites necesarios para abrir las instalaciones. Juan Luis Vázquez, gerente de la empresa Tourgalicia -a la que se adjudicó la explotación del náutico a comienzos del pasado junio- dice que en las últimas semanas intentó contactar con los responsables del organismo provincial para interesarse por la marcha de estas gestiones, pero que hasta ahora no lo consiguió.

La anterior presidenta de la Diputación, Elena Candia, se comprometió a finales de agosto a agilizar los trámites para que el náutico pudiese entrar en servicio lo antes posible. Algunas de estas gestiones, que implican a la confederación hidrográfica y la Xunta -señalan desde Tourgalia-, deben ser realizadas por la Diputación por ser la propietaria de las instalaciones. «A día de hoy no sabemos cómo dejó esos trámites el anterior gobierno provincial ni si el actual los ha retomado», apunta Vázquez a este respecto. Por otro lado, Candia también anunció en su día que la Diputación pediría al Ayuntamiento de Quiroga que acelerase la concesión de una licencia de actividad. La empresa concesionaria desconoce si el nuevo gobierno provincial mantendrá este compromiso.

Al adjudicarse la gestión del náutico se calculaba que haría falta un plazo de entre seis y dieciocho meses para realizar los trámites necesarios para reabrirlo. «Por ahora seguimos ajustándonos a ese plazo, pero desde entonces ya pasaron cerca de seis meses y si transcurren otros doce sin que cambie la situación, pediremos que se nos devuelva el aval de la concesión y abandonaremos el proyecto», señala el gerente de la empresa.

Los trámites que hacen falta para abrir de nuevo el complejo turístico

Para reabrir el complejo turístico se necesita por una parte la autorización de confederación hidrógráfica. Según indican desde Tourgalia, las instalaciones no guardan con respecto a los cauces del Sil y del Lor la distancia exigida por la actual normativa de prevención de riadas, por lo que habrá que tomar medidas especiales de seguridad, que debe establecer el referido organismo.

Por otra parte, también se necesita contar con informes favorables de la direcciones generales de Urbanismo y de Patrimonio Cultural. La aprobación de este último organismo se debe a que las instalaciones se hallan en una zona de interés arqueológico. En caso de que haya que realizar trabajos para reforzar la seguridad del complejo, será preciso conseguir además la correspondiente licencia de obras del Ayuntamiento.

Licencia de actividad

Una vez conseguidos estos permisos, a la concesionaria le correspondería tramitar una licencia municipal de actividad, algo que el club náutico no ha tenido hasta ahora a pesar de que funcionó de manera esporádica antes de su cierre, hace unos nueve años. La empresa calcula que cuando se hayan cumplido todos los trámites, necesitará un plazo de entre un mes y medio y dos meses para instalar el mobiliario y otros equipamientos precisos para abrir. «No pensamos hacer nada hasta que estén hechas todas las gestiones», añaden.

Largos años de inactividad, saqueo y proyectos frustrados

El náutico de Augas Mestas, que ocupa una superficie de unas diez hectáreas en la confluencia del Lor y el Sil, fue construido por la Diputación en 1996. Desde entonces solo conoció algunos cortos períodos de actividad y en el 2006 quedó cerrado de forma definitiva. En el 2009, el organismo provincial estableció con la Cogami -entidad que une a las asociaciones gallegas de ayuda a discapacitados- un convenio que tenía por objetivo convertirlo en una residencia vacacional, pero el proyecto quedó descartado cuatro años después.

Debido al largo abandono y a la falta de vigilancia, el complejo turístico sufrió un intenso saqueo y quedó muy dañado por el vandalismo. La pasada primavera se llevaron a cabo unas obras de rehabilitación de todo el conjunto con el objetivo de abrirlo de nuevo al público.