La gallega Jéssica Bouzas gana a Paula Badosa y avanza en el Másters de Madrid
Una empresa ofrece la posibilidad de participar en el vareo de los olivos
10 nov 2015 . Actualizado a las 22:18 h.En el plazo máximo de quince días, la recogida de la aceituna estará en marcha en los olivares del valle de Quiroga. «La arbequina y la picual aún no valen, pero la del país empieza a estar a punto», explica Manuel Gómez, cuya bodega es una de las que elaboran aceite. La cosecha se presenta este año desigual en cuanto a cantidad, pero con un atractivo añadido con respecto a campañas anteriores. Por vez primera, una empresa explotará esta arraigada tradición con fines turísticos.
«Tratamos de sacarle el mayor partido posible a los muchos recursos que hay sin aprovechar en esta zona», dice Amparo Montenegro, responsable de la empresa Enoturismo Galicia, que ahora dedica uno de sus paquetes a la recogida de la aceituna en la Ribeira Sacra. En colaboración con Bodegas Mondelo ofrece a los visitantes la posibilidad de sumarse al vareo de la aceituna y de asistir al proceso de elaboración del aceite. La experiencia concluye con una cata de aceite con pan artesanal.
Los turistas que se apunten a la excursión a los olivares podrán vivir la experiencia de sacudir el fruto al estilo tradicional, valiéndose de las largas varas de madera que fueron sustituidas hace tiempo por modernos aspiradores. «Este tipo de experiencias le gustan mucho a la gente. Las visitas a los viñedos que ofrecemos en la vendimia y en época de la poda están funcionando muy bien», apunta la promotora de esta original propuesta.
Cosecha desigual
Los elaboradores vaticinan una cosecha de contrastes, con olivares rebosantes de fruto y otros donde la producción es muy escasa. Por sistema, los productores suelen iniciar la recogida a mediados del mes de noviembre. No todas las variedades de aceituna maduran al mismo tiempo, pero entre el comienzo y el final de la campaña de la aceituna acaban por igualarse. «Son tres semanas de traballo, máis ou menos. Cando rematas, xa valen todas para recoller», dice un cosechero. La aptitud del fruto se mide, en unos casos, por el cambio de color. En otras variedades, por el contrario, depende de la textura. Son algunos de los secretos del aceite en los que serán iniciados los turistas.