Valiosos itinerarios turísticos de O Incio desaparecen en la maleza

Francisco Albo
FRANCISCO ALBO MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

La vegetación cubre el foxo de lobos de Monteagudo, de gran valor histórico y etnográfico.
La vegetación cubre el foxo de lobos de Monteagudo, de gran valor histórico y etnográfico. carlos rueda< / span>

La Ruta do Ferro y la del foxo de lobos de Monteagudo están impracticables

02 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La falta de mantenimiento y de desbroces periódicos ha hecho que algunas rutas de senderismo del sur lucense acabasen por volverse intransitables en un plazo de tiempo más o menos largo después de haber sido acondicionadas para el turismo. Esta situación, frecuente en la zona, se da actualmente en dos de los itinerarios más característicos del municipio de O Incio, la Ruta do Ferro y la del foxo de lobos de Monteagudo. En ambos casos, el crecimiento de la vegetación y el deterioro de la señalización las han vuelto prácticamente inaccesibles para los visitantes.

El itinerario del foxo de lobos -una antigua trampa de caza de grandes dimensiones- fue acondicionado hace algo más de cinco años por iniciativa de la Consellería de Medio Rural. La actuación comprendió la apertura de un sendero al pie de uno de los dos muros de piedra suelta que forman esta construcción, de unos doscientos metros de longitud cada uno, que discurren de arriba a abajo por una empinada ladera y convergen en el extremo inferior formando una uve. En las cercanías, por encima de la estructura, se habilitó un mirador con un panel explicativo. Actualmente solo se puede recorrer el primer medio centenar de metros del camino, ya que el resto desapareció bajo los arbustos, que también ocultan gran parte de la estructura. En el mirador se cayó una barandilla, lo que hace que el paraje se vuelva un tanto peligroso, ya que se encuentra al borde de un precipicio de unos cincuenta metros de altura.

Otro acceso cerrado

También era posible acceder al paraje por un camino que discurre por la parte baja de la ladera y que une este itinerario con la Ruta do Ferro. La maleza también ha hecho imposible utilizar este otro acceso.

La Ruta do Ferro fue acondicionada en los años noventa dentro del llamado Plan Courel, que precedió en varios municipios de la zona a los planes Leader. Dese entonces, el itinerario -que enlaza varias antiguas minas de hierro situadas a escasa distancia unas de otras- ya quedó cerrado por la maleza y perdió casi toda su señalización en otras ocasiones, aunque posteriormente fue desbrozado y rehabilitado. La situación se está repitiendo en la actualidad. Las bocas de las minas se han llenado de vegetación y los letreros indicativos se han caído en gran parte, por lo que resulta difícil localizar estos parajes.

Estos dos itinerarios conforman la mayor parte de las rutas señalizadas de montaña que existen en el municipio. También está dotado de señales un sendero que recorre el gran conjunto de mámoas del monte de Santa Mariña. Esta otra zona no está tan invadida por la maleza, pero su señalización es deficiente.