Ladronas de joyas con dientes de oro

Carlos Cortés
CARLOS CORTÉS QUIROGA / LA VOZ

LEMOS

La Guardia Civil busca a tres mujeres con llamativas prótesis dentales que se llevaron 4.000 euros en alhajas de una joyería de Quiroga

20 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La Guardia Civil busca a tres mujeres como sospechosas de la sustracción de cerca de 4.000 euros en sortijas, pulseras y cadenas de oro en Quiroga. Ocurrió el viernes pasado en una joyería de esta localidad. La propietaria de la joyería sospechó de ellas y aunque extremó las precauciones no pudo evitar que le birlasen las joyas sin que llegase a darse cuenta.

El suceso ocurrió el pasado viernes cuando en la joyería situada en el número 55 de la rúa Real entraron tres mujeres con acento extranjero y un detalle físico que llamó la atención de la mujer que las atendió. Las tres lucían dientes de oro y la más joven de ellas tenía una prótesis hecha con este material que le ocupaba prácticamente toda la boca. Se suponía que esta última iba a casarse y las dos mayores querían comprar joyas para regalársela. La joyera sospechó y envió un mensaje de wasap a su hermano, que tiene otra tienda al lado, que se presentó al momento en la joyería.

Las pretendidas clientas eligieron joyas de oro y de plata y relojes, pero cuando llegó el momento de pagar una de ellas intentó hacerlo con una tarjeta y sin mostrar ningún documento de identidad. La dueña les dijo entonces que sin verificar su identidad no podía cobrarle, así que las tres mujeres le dijeron que tendrían que salir en busca de su documentación y le pidieron que les guardase la compra en una bolsa hasta que volviesen, pero en tres paquetes distintos: uno para el oro, otro para la plata y el tercero para los relojes.

La dueña de la joyería se llama Beatriz Baliña y lleva dieciséis años al frente de ese negocio. Ella supone que fue en el momento en que se puso a hacer los paquetes cuando las mujeres se apoderaron del que contenía las cinco sortijas, las tres cadenas y las dos pulseras de oro que habían elegido. En la tienda entraron primero las dos de más edad, que fueron las que explicaron que buscaban un regalo de boda. Más tarde llegó la más joven, se pusieron a hablar entre ellas y se montó un momento de cierta confusión, precisamente cuando la joyera estaba ocupada haciendo los tres paquetes.

«Cuando te das cuenta da rabia -explicaba ayer-, te sientes impotente y se te queda cara de tonta». La mujer reparó en lo que había pasado poco después de que las tres mujeres se marchasen de la tienda. Miró dentro de la bolsa y se dio cuenta de que faltaba uno. Avisó inmediatamente a la Guardia Civil, pero las sospechosas ya habían volado. Agentes de la policía judicial revisaron después el establecimiento en busca de huellas.

Los agentes explicaron a la joyera y a su hermano que no importa lo atentos que estuviesen, que probablemente se trate de ladronas experimentadas en hurtos al descuido, con mucha práctica y habilidad para hacer su trabajo.