Diez años sin noticias del conductor que mató a Concepción Fernández

carlos cortés / roi fernández CHANTADA / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNANDEZ

Testigos que no vieron casi nada, pistas falsas... Un cúmulo de problemas impidió resolver un atropello mortal ocurrido en Chantada en el 2005

25 ene 2015 . Actualizado a las 17:06 h.

El atropello de Concepción Fernández Vázquez fue un caso de mala suerte. La suya por cruzar la calle en aquel preciso momento y la de los investigadores que trataron de encontrar al conductor del coche que la atropelló en Chantada el 17 de junio del 2005. No es el único atropello mortal con fuga de los últimos tiempos en el sur de Lugo, pero no hay otro que haya quedado sin resolver.

Eran las once de la noche y la víctima había salido a dar un paseo con una prima por el camino del cementerio. Concepción, de 56 años, tenía dificultades para caminar con rapidez y a la vuelta se había quedado un poco rezagada. Su prima cruzó sin problemas el paso de peatones que hay a la altura del 110 de la avenida de Monforte, pero cuando ella quiso seguirla un coche la arrolló. En el asfalto no quedaron huellas de frenado y nadie recuerda haber oído ruido de motor, así que probablemente el coche no iba demasiado rápido y el conductor no vio a la víctima antes de atropellarla.

Una ambulancia la trasladó inconsciente al Hospital Comarcal de Monforte, pero los médicos de urgencias pidieron enseguida su traslado a Lugo para que pudiese ser atendida en una unidad de cuidados intensivos. Ya no volvería a despertar. Murió tras pasar un mes sedada en la uci. Para entonces, la Policía Local y la Guardia Civil comenzaban a temer que la investigación fracasase.

Como el accidente se produjo dentro del casco urbano, el peso de la investigación recayó en la Policía Local. El primer obstáculo con el que se encontraron fue que nadie había visto nada. Nada útil, por lo menos. La prima de la víctima ni siquiera se dio cuenta de lo que había pasado hasta que se dio la vuelta y vio a Concepción en el suelo. El coche ya se había ido.

El modelo equivocado

La avenida de Monforte no estaba ni mucho menos desierta porque era una noche de viernes en la que ya apretaba el calor. Pero no había nadie lo suficientemente cerca como para haber visto el coche con claridad. Los agentes que tomaron los primeros testimonios apuntaron que se trataba de un turismo oscuro y que a algunos les parecía que podía ser un Renault 19. Sobre el conductor nada, ni la más mínima descripción. Ni siquiera si era un hombre o una mujer.

En un atropello no es raro que el vehículo sufra destrozos en su parte frontal. Cualquier trozo desprendido puede delatar al culpable. Los policías encontraron un pequeño pedazo de faro en el asfalto, así que lo guardaron y al día siguiente lo enviaron a un laboratorio especializado para tratar de averiguar al menos qué marca y modelo de coche conducía el fugitivo.

Mientras llegaban los resultados, decidieron seguir la pista del Renault 19. Agentes de la Policía Local visitaron en los días sucesivos a los aproximadamente 170 vecinos de Chantada que figuraban en los registros oficiales como propietarios de un coche de este modelo. Ninguno presentaba huellas del accidente.

En paralelo, se pasearon los talleres mecánicos de Chantada y de otros municipios cercanos como Taboada, Carballedo o Rodeiro. Preguntaban por coches con destrozos en su parte delantera. Tampoco eso dio resultado. O el dueño lo escondió sin llevarlo a arreglar o esquivó la vigilancia recurriendo a algún taller lejos de Chantada.

Cuando llegó del laboratorio el informe sobre el faro, el resultado desorientó a los investigadores. No era solo que no correspondía a un Renault 19, sino que además el trozo desprendido no era suficiente para averiguar a qué modelo pertenecía.

«Entonces decidimos ir casa por casa preguntando», recuerda Marcos Vázquez, en aquel entonces agente raso de la Policía Local y hoy oficial a cargo del cuerpo. Se entrevistaron con todos los vecinos de ese tramo de la avenida de Galicia y con los dueños y clientes de los bares cercanos, que aquella noche estaban abiertos. No consiguieron ninguna información útil.

La investigación sigue abierta

Todo un caso de mala suerte, para todos menos para el culpable. «La verdad es que la persona que conducía tuvo mucha suerte», afirma el jefe de la Policía Local chantadina. Para empezar, la víctima no iba sola, pero la acompañaba una persona que no veía bien. La mujer no pudo aportar ningún dato porque no llegó a recuperar la consciencia. Había mucha gente en la calle, pero nadie llegó a ver claramente el coche. Se desprendió un trozo de faro, pero por unos milímetros no incluía el número de serie que permitiría identificar el coche. La pista equivocada del Renault 19 consumió mucho tiempo en la primera fase de la búsqueda...

Un cúmulo de fatalidades que impidió terminar una investigación que formalmente todavía no está cerrada. «Toda la información que tenemos está ahí por si aparece algún dato nuevo -dice Marcos Vázquez-, este caso sigue abierto».

La Policía Local visitó a los 170 chantadinos que tenían Renault 19