El tópico de la vida efímera de los tintos gallegos se desinfla

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Luis Paadín destaca entre el medallero de su guía las añadas anteriores al 2013

18 dic 2014 . Actualizado a las 05:10 h.

Otro tópico sobre los tintos gallegos que comienza a desinflarse. La extendida opinión sobre la necesidad de consumirlos cuanto antes pierde peso a pasos agigantados. «No solo se mantienen bien los que pasan por barrica. En la guía hay algún gran oro para mencías del 2012 que no estuvieron en madera», explica Luis Paadín. Ayer fue día de presentaciones de la última edición de su libro sobre vinos, destilados y bodegas de Galicia. También en la sede de Ribeira Sacra, denominación de origen a la que pertenecen 93 de las bodegas que figuran reseñadas. «Es un índice de participación muy alto que quiero agradecer a los elaboradores», dice Paadín.

De los once vinos que obtienen el «gran oro», la máxima calificación de la guía, cinco son tintos con barrica (Algueira Pizarra, Baluce, Don Bernardino, Noite Pecha y Proencia) de diferentes añadas. «Las barricas acumulan más usos y eso ayuda a que los vinos estén cada vez menos marcados por la madera, opina el autor. Algunos de los distinguidos, elaborados en roble nuevo, han ido suavizando las notas de crianza con el paso del tiempo. «Pienso que hay que tener más en cuenta el potencial de envejecimiento. Hay vinos de Ribeira Sacra que han ido integrando esas notas muy marcadas de la madera que en un primer momento no invitaban a reparar en ellos», reflexiona Paadín.

Mandan los tintos

Los vinos sin barrica de Ribeira Sacra que obtienen la máxima distinción de la guía (Adega Vella, Casa Noguedo, Cruceiro, Linaxe de Lupián, Sollío y Vía Romana) también son mencías. Para encontrar vinos blancos, o tintos de otras variedades, hay que ir al apartado de las medallas de oro. El autor apunta, por otro lado, que la mitad de los vinos de esta denominación de origen de los que se hace eco la guía no superan los siete euros, lo que permite destacarlos por su buena relación precio-calidad.

El sistema de elaboración de la guía fue, por lo demás, similar al de ediciones anteriores. Se realizaron catas a ciegas en los respectivos consejos reguladores. Los vinos que alcanzan inicialmente la puntuación necesaria para obtener medalla son catados de nuevo antes de pasar a la publicación. En total, para esta edición fueron examinados 800 vinos y destilados gallegos.

Por micromecenazgo

Según señala Paadín, el 27% de los vinos que obtienen algún tipo de medalla son de añadas anteriores a la cosecha del 2013. En caso del gran oro, ese porcentaje sube hasta alcanzar el 52%. «Es algo que ratifica el enorme potencial de envejecimiento de nuestros vinos y que desmonta la teoría tan extendida de que los vinos gallegos se deben consumir en uno o dos años», afirma el autor de la guía.

Esta publicación fue editada por tercer año consecutivo mediante el sistema de micromecenazgo. Para que sus 2.000 ejemplares puedan salir de imprenta, un grupo de colaboradores se compromete antes a comprar cierta cantidad. Entre ellos no se admiten bodegueros, según señala Paadín, para preservar la independencia en las catas.