Ribeira Sacra, la Borgoña gallega

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

El crítico estadounidense John Gilman apuesta por el potencial de la mencía para obtener vinos de «clase mundial» en un futuro cercano

23 nov 2014 . Actualizado a las 09:48 h.

La Ribeira Sacra ofrece «el mismo tipo de belleza aromática y cuerpo ágil que atrae de los vinos de Borgoña». La comparación es de Eric Asimov, crítico del New York Times, pero podrían suscribirla otros nombres de postín en el globalizado mundo vinícola. De puertas adentro, enólogos del prestigio de Álvaro Palacio o Raúl Pérez repararon en ese paralelismo. Donde más llama la atención es, sin embargo, entre los especialistas estadounidenses. «La Ribeira Sacra comparte con Borgoña un modelo de pequeños productores diferente al de la mayoría de otras zonas», apunta a modo de explicación Luis Gutiérrez, catador en España del Wine Advocate de Parker. Sea por la forma o por el fondo, el espejo en el que debe mirarse la viticultura heroica está cada vez más claro entre los prescriptores de Estados Unidos.

«Espero que los viticultores de la Ribeira Sacra elegirán a Borgoña como faro en términos de estilos potenciales. Ambas regiones tienen en común la asombrosa complejidad que desarrollan los vinos cuando el trabajo en la bodega no se superpone sobre el terruño», escribe John Gilman en la última entrega de su boletín bimensual -solo accesible mediante suscripción- View From the Cellar. En el número de mayo-junio de este año situaba a la Ribeira Sacra como una de las regiones vinícolas del mundo con mayor futuro. Tanto le llamaron la atención los vinos que cató entonces en Nueva York -de la mano de varios distribuidores- que solo dos meses después decidió conocer su lugar de origen.

Sus conclusiones, reflejadas en el último número del View From the Cellar, avalan aquella primera impresión positiva. «Creo firmemente que el potencial para elaborar tintos de clase mundial en esta región es casi ilimitado», dice el crítico estadounidense. Gilman viajó a Ribeira sacra acompañado del escritor gastronómico Gerry Dawes, ahora distribuidor de vinos españoles en Estados Unidos. El reportaje va acompañado de puntuaciones de las marcas que importa para su catálogo del Spanish Artisan Wine Group. Dawes tampoco esconde su pasión por la mencía de la Ribeira Sacra, cuando su personalidad no se distorsiona por una madera mal entendida. «Es como la Borgoña de España, el Bierzo sería más bien el Beaujolais», ha llegado a decir.

Retratar el viñedo

De este entusiasmo parece haberse contagiado su compatriota. Gilman aprecia en la mencía de Ribeira Sacra «bastante similitud» con la pinot noir de Borgoña en algunas características importantes. No se trata de un parentesco en las peculiaridades de los vinos, pues advierte que difícilmente se puede considerar a estas uvas «hermanas gemelas». Aromáticamente -detalla- la mencía «es muy diferente de la pinot noir y tiene más en común con otras variedades francesas». Más bien, se refiere a la capacidad que comparten ambas poseen para transmitir a los vinos las peculiaridades de un determinado viñedo.

«La mencía me parece la variedad que mejor refleja el terruño de la Ribeira Sacra, otra similitud que comparte con la pinot» explica Gilman. Al igual que Dawes, aprecia diferencias sustanciales en el comportamiento de la cepa más característica de la Ribeira Sacra respecto a otras zonas vecinas. En los mencías del Bierzo, por ejemplo, distingue un perfil más próximo a la cabernet franc, a diferencia de «los atributos más pinot que se encuentran en la Ribeira Sacra».

Tintos que «pinotean»

No es el primera voz cualificada que apuesta por la Ribeira Sacra en el mundo anglosajón. Ferran Centelles, antiguo sumiller del Bulli y corresponsal en España de la web de la crítica británica Jancis Robinson, encontró en su última visita a esta zona tintos de «talla mundial». Mencías capaces de evocar la delicadeza de Borgoña: que «pinotean», según su descripción. Las distancias con los grandes aún son considerables, pero el salto cualitativo que piden los «grandes viñedos potenciales» que encontró Gilman parece más cercano. «Lo más emocionante es asistir al despertar de grandes vinos que en el futuro serán una constante. Es un momento de cambio y de descubrimiento a la vez lo que convierte esta zona en una de las más prometedoras del panorama internacional», sugiere en su boletín enológico.