Un vecino de Monforte se enfrenta a una petición fiscal de condena de dos años de cárcel por cultivar decenas de plantas de marihuana en su casa. La Policía lo descubrió por culpa de un incendio que se declaró cuando él no estaba en casa.
El hallazgo se produjo el 5 de mayo del año pasado en la casa de la calla Acea Nova en la que vive el ahora acusado. A las diez menos cuarto de la mañana, una vecina llamó a los bomberos porque veía salir humo de la casa, una vivienda unifamiliar. Poco después llegaron al lugar los bomberos y la Policía Nacional. Llamaron a la puerta, pero nadie les abrió y como no podían localizar al propietario optaron por entrar por una ventana. Una vez dentro de la casa, no les costó mucho apagar el fuego, localizado en un cuadro eléctrico en una de las habitaciones.
Las vieron al entrar
Pero cuando los policías entraron vieron que en la casa había numerosas plantas de cannabis. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, una vez pesado todo el material encontrado resultó que en la casa había algo más de medio kilo de marihuana ya cortada y otros 8,7 kilos en plantas. Los peritos consideran que todas estas plantas habrían dado una cantidad de cannabis aprovechable de 2,1 kilos.
La Fiscalía considera al inquilino y dueño de las platas responsable de un delito contra la salud pública. Propone para él una condena de dos años de prisión y una multa de 3.397 euros. Esa cantidad es exactamente el doble de valor estimado para la marihuana encontrada en su casa.
El juzgado penal dos de Lugo había citado ayer al acusado en esa ciudad para que asistiese al juicio oral. También fueron llamados a declarar como testigos cuatro policías de Monforte y un perito farmacéutico experto en análisis de medicamentos y drogas.