Los cangrejos americanos infestan una pequeña laguna de Monforte

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

Guillermo Díaz Aira

Un humedal situado en una antigua cantera de arcilla se ha convertido en un criadero para la espece invasora

19 oct 2014 . Actualizado a las 10:17 h.

Una laguna situada en la zona donde coinciden las parroquias monfortinas de Caneda, Bascós y Sindrán se ha convertido en un criadero de cangrejos americanos. La charca se formó hace ya muchos años en una vieja cantera de la que se extraía arcilla y -como sucede con muchos humedales de origen artificial- sirve también de refugio a otras especies, como ranas y garzas. Pero la especie invasora parece ser ahora la predominante. «Pode haber centos de exemplares», estima el biólogo monfortino Guillermo Díaz Aira, que visitó esta semana el lugar y captó con un teléfono móvil unas imágenes de vídeo que muestran a los cangrejos moviéndose por el agua y por las orillas de la charca.

Díaz encontró hace varios días unos ejemplares de cangrejo americano en un prado de la parroquia de Caneda, a orillas del pequeño arroyo de O Bao, que actualmente se encuentra casi siempre seco. Entonces sospechó que los animales podrían proceder de la laguna de la vieja cantera, situada a escasa distancia. Una visita al lugar ha confirmado esa suposición. Según sus observaciones, el humedal está infestado de crustáceos. «A auga parece que ferve e nas marxes da lagoa xa non queda herba, sen dúbida porque a comen os cangrexos, que tamén se poden alimentar de vexetais terrestres», apunta. A su parecer, esta colonia se formó porque en algún momento alguien debió de soltar cangrejos vivos en la laguna.

Un problema ambiental

En opinión del biólogo, esta proliferación de cangrejos americanos supone un serio problema ambiental, ya que en las épocas de lluvia el agua de la charca se desborda y los animales pueden llegar así al cercano arroyo de Rioseco y desde allí hasta el Cabe, del que es afluente. Pero el problema parece difícil de solucionar sin causar otros daños ambientales. «Poderíase desecar a lagoa para retirar os cangrexos, pero desa maneira morrerían as ras e outros animais acuáticos que están asentados no lugar, e prexudicaríamos ás aves que viven alí», comenta. «O mellor sería pescalos de forma intensiva, pero é difícil acabar desa maneira cunha colonia tan numerosa», añade.

Díaz apunta por otro lado que, según los testimonios de los vecinos, la laguna albergó en tiempos cangrejos autóctonos e incluso anguilas. Pero la invasión de los cangrejos americanos parece haber alterado por completo este pequeño ecosistema.