Detenido por simulación de delito el panadero que dijo haber sido atracado por encapuchados

monforte / la voz

LEMOS

30 sep 2014 . Actualizado a las 13:14 h.

El repartidor de pan que la semana pasada denunció haber sido atracado por dos encapuchados fue detenido esta mañana por la Policía Nacional acusado de simulación de delito. Según las fuentes consultadas, la supuesta víctima ha confesado que en realidad no hubo ningún robo.

Al parecer, los agentes de la Policía Nacional que investigaban el supuesto atraco sospecharon desde el primer momento que se trataba de una invención. El repartidor daba muchos detalles sobre las características físicas y la ropa que llevaban las dos personas que se suponía que lo habían abordado y sobre el coche en el que escaparon. Demasiados datos para alguien que pretendidamente había sido abordado por la espalda en un asalto inesperado y muy rápido.

Les pareció que el repartidor daba demasiados detalles sobre las dos personas que se suponía que lo habían abordado y sobre el coche en el que iban. Después de algunas indagaciones que acrecentaron sus sospechas, decidieron detenerlo. Según las fuentes consultadas, una vez en la comisaría el hombre admitió en su declaración que se lo había inventado. Tras su toma de declaración fue puesto en libertad, pero la denuncia seguirá su curso.

Al parecer, el ahora denunciado asegura que se inventó el robo porque había perdido el dinero que llevaba con la recaudación del pan y las empanadas que había vendido esa mañana y con el cambio para los clientes que le quedaban por visitar. Denunciando que lo habían atracado, se ahorraría problemas con los propietarios del establecimiento para el que trabaja.

Acento extranjero

La versión que dio a la Policía Nacional decía que cuando se disponía a hacer una entrega a un cliente en la rúa da Veiga, un vial que sale de la ronda urbana y termina en la pista del canal, fue abordado por dos individuos encapuchados. Añadía que uno lo agarró del cuello y el otro le exigió que les entregase la bandolera en la que llevaba el dinero, lo que acabó haciendo cuando uno de los ladrones amagó con sacar algo de su bolsillo. La denuncia especificaba que el que se dirigió a él hablaba con acento extranjero, concretamente del este de Europa. En un primer momento, había calculado que en la cartera podía tener cerca de cuatrocientos euros. El recuento definitivo apunta que no llevaba más de ochenta.