Para que la sierra de O Courel llegue a ser en el futuro una zona reproductora de osos, según la FOP, sería preciso realizar algunas mejoras ambientales que favorezcan su asentamiento. En este aspecto, es especialmente importante proporcionar fuentes de alimentación a los animales. «Plantar todo tipo de árboles frutales, como castaños, manzanos o cerezos, ayudaría a la conservación de los osos y también a las de muchas otras especies de mamíferos y aves», apunta Guillermo Palomero.
El presidente de la Fundación Oso Pardo dice por otra parte que estas medidas, en caso de que se pongan en marcha, tardarían varios años en surtir efecto. «Los machos jóvenes son siempre los primeros en visitar un territorio nuevo cuando la población empieza a expandirse, porque los viajes exploratorios forman parte de su comportamiento habitual -comenta-, pero las hembras con cachorros tienen otras necesidades y le hacen falta más recursos y más tiempo para asentarse en una zona determinada».