Siete millones fantasma para la A-56

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

Ninguna de las inversiones presupuestadas para la autovía Ourense-Lugo en los últimos años ha servido para mover una sola piedra sobre el terreno

02 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Una representación de la plataforma de alcaldes y empresarios que reivindica la reactivación de las obras de la autovía A-56 (Lugo-Ourense) se entrevistará el jueves en Madrid con altos cargos del Ministerio de Fomento. Su objetivo es conseguir que los presupuestos generales del Estado del 2015 recojan algo más que una partida económica simbólica para este proyecto, paralizado en el 2010 con el tramo San Martiño-A Barrela.

Dos años después de que los ayuntamientos por los que debería pasar esta autovía y diferentes asociaciones locales de comerciantes y empresarios pusiesen en marcha esta plataforma, sus logros ha sido escasos. El proyecto no ha desaparecido de las previsiones del ministerio y aparece siempre con dinero asignado en sus presupuestos anuales, pero de poco ha servido.

Cuatro años sin nada

Un repaso a los presupuestos generales del Estado demuestra que en los cuatro últimos años el Ministerio de Fomento reservó en total alrededor de siete millones de euros para esta infraestructura paralizada. Mucho dinero, muy lejos de lo necesario para terminarla, pero más que suficiente para que al menos volviese a haber actividad en el tramo que quedó a medio hacer en el 2010. Pues ni allí se ha movido una piedra ni en ninguno de los otros tramos el proyecto ha dado todavía el salto de los papeles a la realidad.

Ninguna de las asignaciones anuales que aparecen desde el 2010 en los presupuestos del Ministerio de Fomento se ha llegado a invertir en este proyecto.

Especialmente optimistas fueron las previsiones de Fomento para el año 2012. Según los presupuestos, ese año el ministerio iba a gastarse 2.549.880 euros en retomar los trabajos entre el límite de la provincia de Ourense y A Barrela, en el municipio de Carballedo. Además, para el resto de los tramos de la provincia de Lugo habría 150.000 euros y para los de Ourense otros 300.000.

La realidad fue bien distinta. Ni ese año ni ninguno de los demás llegó a invertir Fomento prácticamente nada en este proyecto. Los únicos gastos conocidos en la A-56 son los que haya generado la vigilancia de los casi diez kilómetros de plataforma de tierra que quedó después de que hace cuatro años llegasen los recortes y se rescindiese el único contrato de construcción firmado por ahora para la autovía Ourense-Lugo.