El miércoles se registró un nuevo episodio de destrozo de panales
02 ago 2014 . Actualizado a las 11:37 h.En la localidad de Seceda do Courel han vuelto a repetirse esta semana los destrozos de colmenas causados supuestamente por osos. El último caso se registró el pasado miércoles y los daños afectaron a varias colmenas. En esta ocasión el ataque no se produjo en los colmenares del vecino José Ángel Ibáñez, que sufrieron diversos estragos de este tipo en las últimas semanas. Según explica el apicultor, a mediados de la semana protegió sus colmenas con dos pastores eléctricos cedidos por los servicios de conservación de la naturaleza de la Xunta. Desde entonces no ha sufrido más ataques, pero sí se han visto afectadas las colmenas de un vecino, situadas en las cercanías.
Los técnicos de la Dirección Xeral de Conservación da Natureza no han confirmado todavía a Ibáñez si estos ataques son efectivamente obra de osos. El estudio de las pisadas y los excrementos de animales que aparecieron en la zona afectada no ha dado por ahora un resultado concreto, aunque los responsables del mencionado servicio creen que es muy probable que los destrozos se deban efectivamente a los plantígrados.
Lo mismo opina el biólogo monfortino Guillermo Díaz Aira, buen conocedor de la sierra de O Courel. A su juicio, los ataques a las colmenas que se han venido registrando en las últimas semanas en diversos puntos de la zona son posiblemente obra de uno o de varios ejemplares que podrían estar moviéndose por el valle del río Pequeno y de su entorno. Además de los mencionados casos de Seceda, Díaz ha tenido conocimiento de destrozos en un colmenar situado en el interior de una albariza en Paderne y de otro en el pueblo de Praducelo, en el valle del Lóuzara -en el municipio de Samos-, una zona contigua a la sierra de O Courel.
Por el momento no se conocen testimonios de vecinos de la zona que hayan llegado a ver osos rondando por la zona en las últimas semanas, pero el biólogo piensa que estos ataques reiterados a colmenas no pueden ser atribuidos a jabalíes o a otros animales. «Tienen que ser osos, pero con los indicios que hay hasta ahora no se puede concretar mucho más», apunta a este respecto. «No se puede saber si se trata de un solo animal o de varios, o si es una hembra con crías o un macho joven aislado, por ejemplo», apunta.
Por su parte, el apicultor José Ángel Ibáñez piensa que es muy probable que estos episodios se sigan repitiendo con cierta frecuencia en la zona y que lo mejor que se puede hacer es proteger los colmenares y conceder indemnizaciones a los propietarios afectados. «Tendremos que aprender a convivir con los osos lo mejor que podamos y ellos tendrán que acostumbrarse a convivir con nosotros», dice.