En O Courel siguen repitiéndose los ataques de supuestos osos a colmenas

QUIROGA / LA VOZ

LEMOS

CEDIDA

29 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los ataques a colmenas que se vienen registrando con frecuencia en los últimos días en la parroquia de Seceda, en el municipio de Folgoso do Courel, se repitieron durante la noche del domingo al lunes. Como en las anteriores ocasiones, el colmenar afectado es el que posee el apicultor José Ángel Ibáñez, vecino de esta localidad, que ya sufrió anteriormente otros cuatro ataques en los que quedaron destrozadas cinco colmenas. Todos estos hechos se han producido en un lapso de dos semanas escasas.

En este último caso, explica el apicultor, los estragos fueron similares a los anteriores. El destrozo afectó a una sola colmena, que fue volcada, mientras que los panales que encerraba en su interior quedaron destruidos. Tras cada uno de estos ataques, Ibáñez avisó a los técnicos de la Dirección Xeral de Conservación de Natureza, que examinaron el lugar y pudieron observar la presencia de pisadas y excrementos. Hasta ahora no se ha confirmado definitivamente que estas huellas correspondan a osos, pero el apicultor dice que los técnicos están casi completamente seguros de que los destrozos son obra de plantígrados. Para corroborarlo del todo -añade- es preciso concluir los análisis que se están realizando sobre las muestras de heces que se recogieron sobre el terreno.

Pastor eléctrico

El apicultor de Seceda, por otro lado, consiguió que el mencionado departamento de la Xunta le proporcionase ayer un pastor eléctrico que instalará en la finca con el fin de protegerla de los ataques de los supuestos osos. «Non sei se isto funcionará moi ben, porque o modelo que me puideron ceder é de pouca potencia eléctrica, pero polo menos haberá que intentalo», explica.

José Ángel Ibáñez dice estar a favor de los programas de recuperación de las poblaciones de oso pardo, pero considera que la Administración debe poner en marcha los mecanismos adecuados para apoyar e indemnizar a los apicultores, ganaderos o agricultores que puedan verse afectados por la presencia de estos animales. «Que anden por aquí os osos pode ser beneficioso para a zona, porque iso a fai máis atractiva para o turismo -opina a este respecto- e incluso pode ser bon de cara á comercialización do mel, porque lle dá certo prestixio o feito de ser producido nunha zona frecuentada por estes animais». Pero los planes de recuperación de esta especie, a su parecer, tienen que combinarse con un programa que facilite medios para proteger los colmenares de los ataques de los osos y que contemple compensaciones económicas para los vecinos perjudicados.