Las principales bodegas de Ribeira Sacra parecen dispuestas a mantener en la próxima vendimia los precios de la uva de la pasada campaña. En el mercado habrá, previsiblemente, un volumen de uva similar, si no ligeramente mayor, al de la cosecha anterior. La principal incógnita está en la demanda por parte de los elaboradores. El consejo regulador aprecia una reactivación de las ventas en los últimos meses. Otras fuentes, sin embargo, cargan las tintas en que «aínda hai moito viño nas adegas».
La receta de las marcas más pujantes para hacer frente a la crisis fue la apertura de nuevos mercados. Algunas, como Guímaro o Algueira, están en niveles muy altos de exportación. El caso más llamativo de la denominación de origen es Dominio do Bibei, que en estos momentos comercializa fuera de España más del 80% del vino que produce. Para los bodegueros que dependen de la distribución más próxima, los efectos de la situación económica sobre las ventas fueron más palpables.
La cosecha del 2013 se cerró en Ribeira Sacra con una producción de 4.735.889 kilos, frente a los 5.452.206 de la campaña anterior. Fue la primera desde el 2008 en la que no se superaron los cinco millones de kilos de uva. Los cerca de siete millones que entraron en las bodegas en el 2011, cuando los efectos de la crisis comenzaban a dejarse sentir con más fuerza, fueron de difícil digestión para el mercado.