Nubes mastodónticas y torbellinos de aire en el cielo de Monforte

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS CORTÉS

La tormenta del pasado jueves dio pie a un llamativo espectáculo meteorológico

12 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Las fuertes tormentas que cayeron el miércoles y el jueves sobre la zona de Monforte vinieron acompañadas de una serie de espectaculares fenómenos meteorológicos que llamaron la atención de numerosas personas. Muchos vecinos registraron con cámaras fotográficas los variados y llamativos aspectos que ofreció el cielo durante esas horas y las imágenes no tardaron en circular ampliamente por las redes sociales.

Los fenómenos más notables tuvieron lugar el jueves por la tarde. La tormenta se anunció con una prolongada sucesión de truenos y descargó no solo una gran cantidad de agua, sino también una granizada que fue particulamente intensa en determinados lugares. Ayer por la mañana aún se veían vestigios del pedrisco en las cunetas de algunos tramos de carretera situados en zonas sombrías.

Durante la tarde, por otro lado, se pudo contemplar unas curiosas formaciones de tipo conocido como mammatus o nube mastodóntica. Son unas protuberancias de aspecto casi simétrico surgidas en la base de los cumulonimbos -las típicas nubes de tormenta-, unas grandes masas de vapor de agua que pueden alcanzar alturas de hasta diez kilómetros. Su aparición se debe a las corrientes de aire frío y cálido que ascienden y descienden en el interior de estas enormes formaciones y suelen acompañar fenómenos meteorológicos severos, como tormentas y tornados, aunque no aparecen exclusivamente en tales circunstancias. Según explican desde Meteogalicia, la presencia de las mammatus no es muy frecuente en el noroeste ibérico, pero tampoco puede considerarse como algo especialmente raro.

Remolino en las alturas

El jueves por la tarde también fue posible ver en los alrededores de Monforte un pequeño mesociclón, un torbellino de aire que arrastró una gran masa de nubes oscuras en un rápido movimiento giratorio. Estos fenómenos surgen habitualmente en zonas de bajas presiones situadas en el interior de las tormentas eléctricas y se cree que se forman a causa de los cambios fuertes de velocidad o de dirección que experimentan los vientos en función de la altura. Dependiendo de las condiciones atmosféricas, estos grandes remolinos de viento -cuyo diámetro puede variar desde unos cientos de metros a muchos kilómetros- llegan a ser sumamente violentos y a convertirse en tornados, un fenómeno que por suerte es muy raro en Galicia. Es bastante frecuente que los mesociclones vengan acompañados de granizadas, que fue precisamente lo que sucedió en Monforte.

Para que no faltase nada, tras la tormenta del jueves por la tarde lució en el cielo monfortino un vistoso arco iris doble, confiriendo al paisaje un aspecto plácido y brillaante que contrastaba notablemente con los violentos sucesos meteorológicos de las horas precedentes.