Al preparar las rutas para su blog, Paula González tiene en cuenta una serie de condiciones que a su juicio deben cumplir los itinerarios de senderismo pensados para recorrer en compañía de perros.
Longitud. Las rutas deben ser más bien largas y requerir por lo menos una hora y media o dos horas de caminata, a fin de que los perros tengan tiempo suficiente para correr y jugar a sus anchas.
Entorno natural. Los itinerarios discurren por zonas rurales y evitan las áreas urbanas y las vías asfaltadas.
Densidad de población. Los trayectos se apartan en lo posible de las áreas habitadas, incluso de las pequeñas aldeas. En los tramos que pasan cerca de un núcleo de población se recomienda llevar los perros atados para evitar problemas.
Ganadería. En la descripción de las rutas se señalan las zonas de pasto donde suele haber rebaños de ovejas o cabras para que los caminantes lleven los perros sujetos por la correa.
Agua. Es importante que a lo largo de la ruta haya fuentes, arroyos o charcas donde los animales puedan beber.
Accesibilidad. La web Perrunadas recomienda zonas a las que se pueda llegar sin muchas dificultades desde las principales localidades y que sean fáciles de localizar.