El agua subterránea brota en la sierra de O Courel con más fuerza que nunca

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

LEMOS

El caudal de las surgencias naturales creció espectacularmente

12 feb 2014 . Actualizado a las 12:32 h.

Las nevadas y borrascas de las últimas semanas no solo han incrementado el caudal de los ríos y arroyos. Las corrientes subterráneas de las áreas de roca caliza de la sierra de O Courel también aumentaron de una forma espectacular, lo que se percibe claramente en las surgencias naturales que pueden verse en diferentes lugares de la zona. Uno de los casos más notables es el del lugar de Penatallada, en las proximidades de Moreda.

Habitualmente, en este paraje puede verse cómo brota del suelo una minúscula corriente que más abajo se incorpora al arroyo que pasa por el célebre bosque de la Devesa da Rogueira. Pero ese modesto hilo de agua -que aunque pequeño, fluye a lo largo de todo el año, incluso durante el estiaje- muestra ahora un aspecto mucho más imponente. Lo que normalmente puede considerarse como un simple manantial se ha convertido en un vigoroso arroyo, casi un pequeño río. La corriente se precipita montaña abajo causando un fuerte ruido que se puede percibir ya bastante antes de llegar a este lugar.

El biólogo monfortino Guillermo Díaz Aira -autor de las imágenes situadas junto a estas líneas- considera que esta surgencia procede del drenaje del macizo calcáreo del monte Cido, en cuya falda se encuentra el paraje de Penatallada. «En esta zona hay muchas cuevas calizas y el monte Cido seguramente está lleno de cavidades y arroyos subterráneos», apunta. «A pesar de todo lo que estuvo nevando y lloviendo en las últimas semanas, esta parte de la sierra no hay prácticamente ningún charco, lo que significa que toda el agua se filtra al subsuelo calizo y solo se puede ver cuando aflora en algún punto de forma natural, como pasa en Penatallada», añade.

Corriente enterrada

En el paraje conocido como Val Maior -cerca de la localidad de Paderne- puede verse estos días cómo el agua brota abundantemente del suelo, pero en este caso el origen de la surgencia no es natural. Se trata de un arroyo que en cierto momento fue canalizado con lajas de pizarra y tapado con tierra. La obra se hizo para permitir el acceso a una zona de prados que se encuentran al otro lado de esta corriente de agua, una solución que ahorró la construcción de un puente para el paso del ganado. Lo que no se puede saber es cuándo se llevó a cabo esta singular obra. «Los vecinos de Paderne saben que el arroyo fue canalizado y tapado, pero ni los más mayores recuerdan cuándo se hizo», señala Guillermo Díaz. Al estar un buen tramo de este regato totalmente cubierto de tierra sobre la que crece la hierba, da la impresión de que brota de forma natural del suelo en el punto donde el agua reaparece al aire libre. Los visitantes que pasan por este lugar sin conocer su peculiaridad pueden tomarlo por un manantial.

El arroyo de Val Maior desciende de la Devesa da Escrita, un paraje que en las últimas semanas ha estado cubierto de nieve, al igual que la mayor parte de las zonas altas de la sierra. En el punto donde termina la canalización, el agua mana por lo tanto con gran caudalosidad, como ocurre en la surgencia natural de Penatallada.