Numerosas tradiciones se entrecruzan en una parroquia de O Incio
02 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La localidad de Santa Cristina do Viso acumula un singular patrimonio y arqueológico en que se mezclan huellas de épocas muy diversas. Una de las más singulares es el castro de Santa Cristina, situado de una forma muy poco habitual en medio de la población. Fue construido sobre un promontorio que hizo de él un asentamiento casi inexpugnable, sobre todo por la parte que cae sobre los ríos Mao y Penalba creando profundos barrancos.
Debido a su situación, es lógico que el castro -un recinto de unos setenta por 45 metros- sufriese muchas alteraciones. Además de las labores agrícolas practicadas durante siglos, sobre él se construyeron la iglesia parroquial y el cementerio y en tiempos más recientes un local social. En este promontorio se hallaron en diversas épocas tumbas construidas con lajas de pizarra, restos de cerámica romana, vidrios y monedas.
Origen románico
El templo parroquial es del siglo XII y estilo románico, pro sufrió varias reformas a lo largo de los siglos XVII y XVIII. Conserva algunos elementos de la antigua fábrica, entre los que destacan varios canecillos con representaciones geométricas y figuras humanas. El retablo mayor es de transición entre el barroco y el neoclásico, también del siglo XVIII, y de la misma época son los dos retablos laterales. Junto a la iglesia se halla el cementerio parroquial, donde está sepultado el poeta monfortino Lois Pereiro, fallecido en prematuramente en 1996, con raíces familiares en esta zona.
A dos kilómetros de Santa Cristina se encuentran los poco conocidos petroglifos de Santa Mariña, en el monte del mismo nombre. Un problema para visitar este yacimiento arqueológico es que se halla en una zona de cría de ganado lanar, cerrada por una alambrada, que pertenece al monte comunal de Santa Cristina. Para verlo es conveniente hacerse acompañar por alguno de los comuneros.
Para llegar a este lugar desde Santa Cristina hay que tomar la carretera que lleva a Buxán. A unos ochocientos metros y a la salida de una curva, parte una pista de tierra a la derecha que sube al monte de Santa Mariña y por la que es preciso desviarse. Durante el ascenso se pasa por la antigua cantera de pizarra de A Salgueiriña. Álvaro Pereiro, vecino de Buxán, cuenta que su padre Jesús trabajó en esta explotación. Según explica, de este lugar se extrajo mucha pizarra que fue utilizada en obras en el monasterio de Samos, las iglesias de Val do Mao y Hospital do Incio y el pazo de Tor, en Monforte. En el kilómetro 1,4 la pista se bifurca. Aquí hay que torcer a la derecha y pedir permiso a algún vecino para franquear la entrada. Queda medio kilómetro para llegar hasta los petroglifos. Las figuras están distribuidas en dos rocas muy próximas entre sí. Los dibujos presentan la forma de coviñas o cazoletas y el de mayor interés está formado por una veintena de grabados.
Cómo llegar: Desde A Cruz do Incio. Hay que salir de la capital del municipio por la carretera de Rendar y Oural. En el kilómetro 6,4 hay un cruce de carreteras donde es preciso desviarse por la de la derecha para Santa Cristina, distante 900 metros