Año de vinos de «trago largo» en las bodegas de Ribeira Sacra

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Los tintos vuelven a su perfil más tradicional tras cosechas de mucho grado

28 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Nadie habla ya de la conveniencia de cultivar viñas a mayor altitud. Ni de sustituir la mencía por variedades de ciclo más largo, como el sousón, en las nuevas plantaciones. Ha bastado una vendimia normal, de las que hacían regla hasta hace poco en Galicia, para que se diluyan los pronósticos que formularon algunos expertos, quizás un tanto prematuramente, con la excusa del calentamiento global. Por lo que parece, los vinos jóvenes de Ribeira Sacra volverán a ser, en esta cosecha, verdaderamente atlánticos.

La vendimia del 2012 se traducirá en tintos frescos, de grado medio y trago largo. Puede que dejen indiferente a algún crítico, pero son los que pide el mercado. «Esté é un ano para volver á realidade, que na nosa denominación de orixe non son os viños con catorce graos de alcohol. A nosa clientela de sempre vaino entender, aínda que fóra ao mellor lles custe dixerilo», dice el presidente del consejo regulador, José Manuel Rodríguez.

La maduración precoz de la uva ha sido una constante en las vendimias más recientes. Lo difícil en los últimos años no era alcanzar los trece grados de alcohol, sino quedar por debajo de ellos. «La gente tiene muy poca memoria. Hemos vuelto a lo que es un vino de aquí», opina el enólogo Luis Buitrón.

A diferencia de otras vendimias recientes, y según su experiencia, este año sí se han producido problemas de estrés hídrico en las viñas. «Las cepas llegaron a la vendimia con un déficit importante de agua y con las lluvias de septiembre se diluyeron por completo grado y concentración. Las mejores vendimias fueron las del veranillo de San Miguel, los primeros días de octubre, como sucedió aquí toda la vida», señala Buitrón.

Solo distintos

«Si no fuese por las lluvias de comienzos de septiembre, estaríamos ante una cosecha excepcional», opina Fernando González, de Adega Algueira. «En general -añade- va a ser un buen año, de tintos muy aromáticos, aunque de menor estructura». En lo particular, el bodeguero de Doade sigue fiel a su estilo. «No creo en el vino light. Los tintos necesitan maduración, en la Ribeira Sacra y en cualquier sitio. Lo que hay que entender es que hay años distintos, no peores», afirma.