La procesión del Divino Ecce Homo, una tradición secular

luis conde MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Durante estos tres días habrá misas en la capilla toda la mañana

14 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Numerosos devotos participarán un año más en los oficios religiosos que se celebrarán en la capilla del Divino Ecce Homo de Rubián estos tres días. Desde las nueve y media de la mañana y hasta la una de la tarde, el párroco titular, Vicente Goyanes Rodríguez, celebrará varias misas rezadas. A la una de la tarde será el oficio solemne, que mañana y pasado irá acompañado de procesión.

En la procesión desfilarán las imágenes de todos los santos de la capilla. «Los fieles sacan en procesión a Santiago Apóstol, al Sagrado Corazón de Jesús, al Ecce Homo, una Virgen y la imagen de San Antón. En la procesión también van detrás exvotos de fieles que ofrecieron la limosna», comentó el párroco de Rubián, Vicente Goyanes.

Estos exvotos se corresponden con partes del cuerpo humano de cera. También acuden a la procesión varios fieles descalzos, que también llevan hábito. «Esta es una penitencia que hacen con una mortaja», indicó el párroco.

Esta tradición se remonta al siglo XVIII, época en la que además peregrinaban fieles de toda la comarca de rodillas hasta esta capilla del Divino Ecce Homo de Rubián. Incluso se acercaban predicadores, según comentó el párroco de Rubián. Vicente Goyanes lamenta que estos oficios hayan perdido presencia de fieles. «Llevo treinta años en esta parroquia, y antes venía mucha más gente. Hoy se ha perdido mucho el fervor religioso. La gente mayor, que es muy religiosa y cultiva los valores espirituales, muere y los jóvenes pierden la fe», indicó Goyanes.

Estos festejos constituyeron una referencia en la comarca de Lemos desde hace siglos. Antiguamente se celebraba en los alrededores de la capilla de Rubián una romería, a la que acudían cientos de personas que organizaban comidas campestres.

Tal fue siempre la hospitalidad de los vecinos de Rubián, que incluso ofrecían a los devotos y a los romeros sus casas para dormir, con el fin de que pudieran disfrutar de los festejos todos los días.

El paso de los años supuso la decadencia de esta romería, que acabó desapareciendo, para dar paso a lo que hoy son solo las fiestas. La coincidencia con la feria de Rubián también era un aliciente añadido para que la afluencia de gente fuera mayor.

El párroco de Rubián, Vicente Goyanes, espera que el apartado espiritual se revitalice, con el fin de que sean más los fieles que participen en estos actos religiosos de los festejos de Rubián. «Yo le pido sobre todo a la gente joven que despierte en la fe, y que no se deje dormir solo por el apartado material», concluyó el párroco.