A pesca con artes prohibidas estaba moi extendida no Miño, como o demostran as múltiples referencias a esta prática ilegal que se poden atopar na prensa local das primeiras décadas do século XX, como esa do periódico Semana Chantadina: «Nos consta que tres perillanes del Puente, cuatro guapos de San Esteban y un gayo de otro sitio, han echado sulfato en el río más de dos veces, en las cuales se habló de 18, 14 y 10 libras de truchas exterminadas. ¿Les parece bien a las autoridades? Siga la órdiga. En Chantada parece que los ríos, lo mismo que los hombres, están dejados de la mano de... Neptuno».
O 14 de xuño de 1912, El Centinela relataba así de indignado un episodio de envenenamento da auga no Asma e no Miño: «Tenemos noticias de que en el río Asma, un centenar de metros abajo de la planta eléctrica y aún en el Miño muy cerca el puente de Pesqueiras, se han envenenado las aguas, hace días, con objeto de pescar truchas sin dificultad ni molestia alguna. Nosotros ignoramos quiénes fueron los autores del salvaje hecho, mas no pongan en duda que constancia todo lo hace y llegará y el día en que tengamos la satisfacción de ver entrar en la cárcel a quien no tan solo burlando las leyes, sino cometiendo un atentado a la salud pública, se ría a hurtadillas de las conveniencias y riqueza que sería para el distrito el proteger la cría de truchas en los referidos ríos».
O redactor desta nota de El Centinela incluso lle dirixía serias advertencias aos furtivos: «Nuestra misión no es la de denunciantes, pero tratándose de un hecho que por igual perjudica al vecindario estamos dispuestos a todo con tal de esclarecer los hechos y auxiliar a la justicia que se encargará más tarde de aplicar el debido correctivo a tan asquerosos como cobardes malhechores».