Un paseo de Ferramulín a Arnado

C. Rueda | F. Albo MONFORTE

LEMOS

FOTOS: CARLOS RUEDA

Desde O Courel se puede visitar un pueblo berciano muy vinculado a la sierra lucense Barrancos, ríos de montaña y bosques autóctonos caracterizan el paisaje de la zona

09 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

En las estribaciones de la Sierra de Os Cabalos y cerca de los límites de O Courel se encuentra el pueblo berciano de Arnado, perteneciente al municipio de Oencia. La proximidad de estas montañas con las tierras courelás no es meramente geográfica, ya que la zona muestra una gran similitud con la sierra lucense en cuanto al paisaje y el medio ambiente, las costumbres y el idioma. Arnado está a 11,2 kilómetros del pueblo courelao de Ferramulín. La pequeña localidad conserva su fisonomía típica de pueblo de montaña. De ella parten varios caminos centenarios que aún conservan prácticamente integro su antiguo empedrado. Uno de ellos y el más interesante es el llamado Camiño do Rebolo, un vial que daba acceso a dos ferrerías y por el que había antaño un denso tránsito de carros cargados de mineral de hierro extraído de las viejas explotaciones a cielo abierto del monte Formigueiros, en la Sierra de O Courel. Este camino empataba con otro que venía de Valdeorras en el lugar de A Venta do Rebolo. A continuación subía hasta el monte Montouto, pasaba por el Alto da Golada y finalizaba en el pueblo quirogués de A Seara. Era una importante vía comercial por la que se transportaban en caballerías, cargados en pellejos, los vinos de Valdeorras y El Bierzo, para su venta en las aldeas de esta zona de Quiroga. Los vendedores de vino aprovechaban el viaje para comprar las apreciadas patatas cultivadas en la Sierra de O Courel. También utilizaban este camino los vecinos de A Seara cuando iban a recoger castañas al souto de San Vicente, en el municipio de Vilamartín. Hace unos treinta años se abrió una pista de tierra sobre un viejo camino que discurría por la Sierra de Os Cabalos, entre el Alto da Golada y el monte Montouto. La ruta atraviesa parajes de belleza impresionante: profundos barrancos, ríos de montaña y abundante vegetación autóctona en forma de pequeños bosques de robles y castaños. Esta riqueza natural se ha visto ensombrecida por los efectos indeseados de la explotación de la pizarra. Numerosas escombreras provocan un fuerte impacto ambiental y visual en diversos puntos del entorno. Relaciones estrechas Algunos vecinos pueden dar un especial testimonio personal de las estrechas relaciones existentes entre esta zona y la Sierra de O Courel. Es el caso de Francisco Rivera, oriundo de Ferramulín y residente desde hace 57 años en Arnado, de donde es natural su esposa Manuela. Según cuenta, la estuvo cortejando durante dos años haciendo a menudo el camino a pie desde Ferramulín hasta Arnado, pasando por Vilarrubín y Leiroso. Más de veinte kilómetros de caminata entre la ida y la vuelta. Francisco es un fumador nato y él mismo se abastece al estilo tradicional de la materia prima, la azurria, denominación de la planta del tabaco en tierras de Oencia. Una vez recolectadas, las pone a secar colgadas del corredor de su casa. El proceso de secado dura entre quince y treinta días, dependiendo de la temperatura ambiente. A continuación, las desmenuza manualmente en forma de picadura y ya quedan listas para preparar los cigarrillos. Lo único que necesita es el papel de fumar para envolver el tabaco, el típico librillo, que compra en los estancos de la zona.