¿Ha llegado la hora de hablar con extraterrestres?

Marcos Pérez

LA VOZ DE LA ESCUELA

Con esta antena situada en Crimea los soviéticos enviaron su primer mensaje
Con esta antena situada en Crimea los soviéticos enviaron su primer mensaje INTERNET

Los partidarios de abrir la comunicación interplanetaria argumentan el conocimiento podrían aportar y los detractores, que hay que valorar bien los riesgos potenciales

04 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A mediados del pasado febrero la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) organizó un debate sobre la conveniencia de enviar mensajes a hipotéticas civilizaciones extraterrestres. El objetivo era discutir sobre los posibles riesgos y beneficios de un contacto con una civilización alienígena y determinar qué tipo de información podríamos intercambiar con estos seres, suponiendo que en realidad existan.

Los intentos de comunicación extraterrestre se remontan a 1962, cuando los soviéticos enviaron a Venus un lacónico mensaje de tres palabras cifradas en código morse. El primer mensaje interestelar fue enviado en 1974 desde el radiotelescopio de Arecibo, en Puerto Rico, en dirección a un cúmulo de estrellas situado a 25.000 años luz de distancia. En realidad se trataba de un intento a ciegas, porque en aquel tiempo todavía no se tenía la certeza de que hubiera planetas asociados a estrellas distintas del Sol. Pero hoy en día ya hemos detectado miles de planetas extrasolares, y en muchos de ellos parece que se dan condiciones apropiadas para la vida. Además, las investigaciones sobre extinciones masivas en el pasado de nuestro planeta y sobre la presencia de microorganismos en ambientes extremos nos ha demostrado que la vida es extraordinariamente resistente y puede adaptarse a condiciones muy diversas.

A lo largo del debate, los partidarios de abrir la comunicación interplanetaria argumentaron que el conocimiento que podría aportarnos un contacto de este tipo superaría con creces los posibles riesgos. También recordaron que desde hace 70 años nuestras emisiones de radio y televisión se propagan por el espacio a la velocidad de la luz y «alcanzan cada día las orillas de un nuevo planeta extrasolar», en palabras de Seth Shostack, director del instituto SETI. Esta institución, cuyas siglas responden a Search for Extraterrestrial Intelligence, lleva años rastreando el cielo en busca de un mensaje extraterrestre, y muchos de sus miembros consideran que ahora nos toca a nosotros iniciar la conversación. Al fin y al cabo, si deseamos ingresar en una especie de club galáctico de civilizaciones inteligentes habría que empezar a pensar en presentar una solicitud o incluso abonar una cuota.

Otros participantes en el debate se mostraron más prudentes. El astrónomo, filósofo y escritor David Brin insistió en la necesidad de mantener una cierta discreción hasta que no se discutan a fondo los potenciales riesgos de un contacto extraterrestre. Su propuesta equivaldría a la moratoria que hace unos años asumieron los biólogos ante la irrupción de las tecnologías que permitían la modificación genética de organismos. Brin también recomendó la incorporación al debate de historiadores y antropólogos, cuyo conocimiento de los encuentros entre civilizaciones humanas puede resultar muy ilustrativo.

Una comunicación poco fluida

El flujo continuo de señales de radio y televisión que escapan al espacio ofrece una visión fragmentada y un poco inquietante de nuestra especie. Esas señales incluyen películas, noticiarios, retransmisiones deportivas e interminables horas de teletienda. ¿Qué idea se llevaría un extraterrestre que tuviese sus antenas apuntando hacia nosotros? ¿Sabría distinguir lo que es realidad de lo que es ficción? Científicos y lingüistas llevan años investigando cómo componer mensajes que puedan ser entendidos por cualquiera y que den una imagen fiel de lo que ocurre en nuestro planeta. Las sondas Voyager que recorren el sistema solar desde 1977 llevaban unos discos de oro con imágenes y sonidos de nuestro mundo. El mensaje de Arecibo incluía una descripción de la posición de la Tierra en el universo, de nuestra forma de contar y de las bases químicas de la vida. En total se han retransmitido una decena de mensajes intencionados en dirección a distintos sistemas planetarios extrasolares, aunque tendremos que esperar al 2029 para que el primero llegue a su destino.

Pero junto a mensajes concienzudamente diseñados también se ha colado alguna aberración, como un anuncio de totopos, o tortillas chip, que astrónomos británicos se prestaron a enviar en dirección a un sistema planetario en la Osa Mayor. El anuncio, que muestra a una tribu de totopos adorando un tarro de salsa, supuso la entrada de la humanidad en la era del spam extraterrestre. Y resulta sorprendente que dado su impacto en los medios nadie más se haya aprovechado del vacío legal que permite a cualquiera alquilar un radiotelescopio y enviar un mensaje a las estrellas.

Habla, cucurucho...

En el 2010 un grupo de supuestos científicos exiliados del proyecto SETI anunció la recepción de un sorprendente mensaje procedente del espacio. La comunicación contenía los sonidos que se habían enviado en las Voyager remezclados por un hipotético disyóquey extraterrestre. La grabación se publicó en un disco titulado Scrambles of Earth (disponible en Spotify) y, aunque resulta ininteligible, la broma nos invita a pensar en las dificultades de mantener una conversación con alienígenas. ¿Cómo sabemos que sus reglas de composición del lenguaje o la música se parecen a las nuestras? ¿Estamos seguros de que disponen de tocadiscos o de que la evolución los ha dotado de oídos para escuchar ruidos transmitidos por el aire? Douglas Vakoch, director de composición de mensajes interestelares del Instituto SETI, considera que las matemáticas son lo más parecido a un lenguaje universal que podremos encontrar. En este sentido, su propuesta es retransmitir formulaciones matemáticas de la teoría de juegos, con las que demostraríamos que somos inteligentes y que además entendemos los beneficios de las relaciones altruistas.

ACTIVIDADES

  • ¿A qué suena la Tierra?

En un debate con toda la clase, discutid qué tipos de sonidos de la Tierra deberían incluirse en un mensaje dirigido a hipotéticos extraterrestres (fenómenos naturales, animales, canciones...). Distribuíos por grupos y escoged cada uno diez sonidos del mundo. Después poned en común vuestra selección y tratad de llegar a un acuerdo sobre cuáles son los más representativos de nuestro planeta. ¿Estáis seguros de que un alienígena los entendería todos?

  • Objetos volantes

Las aves son los animales que más y mejor animan la banda sonora de nuestro planeta. La Sociedad Española de Ornitología (SEO) ha creado una aplicación para aprender a reconocerlas por su aspecto y por sus cantos. Es gratuita y está disponible para iOS y Android.

  • «Déjà vu»

Todo lo que sabemos de encuentros con extraterrestres se lo debemos al cine. Busca en YouTube escenas que muestren el tipo de situaciones a las que nos podríamos enfrentar en caso de una visita inesperada. ¿Conoces alguna en la que los alienígenas sean seres bondadosos que vienen a ayudar? ¿Y alguna en la que los humanos solo traten de aprovecharse de los recursos ajenos? ¿En qué medida nos hacemos una opinión sobre las cosas según lo que vemos en las películas?