El Google Maps de los antídotos

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Crean una base de datos nacional para que todos los hospitales puedan acceder a estos fármacos en caso de urgencia

21 feb 2017 . Actualizado a las 08:01 h.

Cuando se produce una intoxicación por digoxina -se usa para la insuficiencia cardíaca- o por cianuro, el tiempo que transcurre hasta la aplicación del antídoto puede condicionar la supervivencia del paciente. Pero los hospitales no cuentan en sus botiquines con todo el arsenal existente de antídotos, primero porque la aparición de casos a veces es muy infrecuente, y segundo porque estos fármacos son caros y suelen caducar muy rápido. De ahí el acuerdo al que han llegado la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, la Societat Catalana de Farmàcia Clínica (SCFC) y el laboratorio Boehringer para crear una red nacional de antídotos. ¿Y para qué servirá? Para que todos los hospitales tengan una base de datos de qué fármacos tienen y en qué cantidades, por lo que si aparece una urgencia los centros sanitarios podrán recurrir a otros si no tienen el medicamento en su propio botiquín.

La red seguirá el modelo catalán, en donde ya existe este sistema. Baleares será la primera comunidad en unirse cuando la herramienta informática esté diseñada y poco a poco la intención es que se vayan sumando autonomías. Raquel Aguilar, coordinadora del grupo de antídotos de la SCFC, asegura que la previsión es que en el 2018 esté completada esta red, y recuerda que lo más eficiente es que se adhieran las comunidades, no hospitales individuales, ya que en principio recurrirían a los centros próximos.

En España no hay ninguna legislación que establezca qué antídotos debe tener un hospital siempre en stock. El antídoto se define como el medicamento que trata de forma urgente una intoxicación aguda, sea por otros fármacos, drogas, pesticidas, alimentos u otras sustancias. Y aunque no hay una norma concreta, el año pasado se publicó un estudio elaborado por profesionales de farmacia hospitalaria y de urgencias en el que se establecen unas recomendaciones sobre qué antídotos debería tener un hospital y en qué cantidades, en función de su tamaño. La investigación, recogida en la revista de la Sociedad Española de Emergencias, incluye 34 fármacos aconsejados en hospitales de referencia, y 22 en comarcales.

Y en ellos aparece por ejemplo el suero antibotulínico, para contrarrestar el botulismo; el antiofídico, si se presenta una mordedura de víbora; la silibinina o la penicilina G sódica, ambas para tratar la ingestión de setas venenosas; la d-penicilamina, para una intoxicación por plomo, arsénico o mercurio; o el gluconato cálcico IV, para una picadura de la araña viuda negra. Aunque la mayoría son para contrarrestar la intoxicación por otros fármacos, en el catálogo de recomendaciones aparecen antídotos contra metales pesados, opiáceos e incluso para el humo de incendio, si se sospecha que la víctima inhaló cianhídrico.

En Cataluña esta red lleva 18 meses funcionando y no solo ha sido positiva por el número de hospitales adheridos, sino «por los préstamos realizados, por lo que consideramos que podría ser una herramienta de utilidad para otras comunidades», explica Raquel Aguilar, quien asegura que la base de datos servirá también para hacer un registro de casos y de los antídotos más utilizados.

El botiquín recomendado

Víboras

Suero antiofídico

Ante la mordedura de una víbora, que es venenosa, se aplica suero antiofídico. El estudio publicado en la revista Emergencias aconseja dos viales en hospitales grandes y uno si es comarcal aislado y de zona endémica.

Setas

Varios fármacos

No todas las setas venenosas son iguales ni se tratan con el mismo fármaco. En el listado aparecen tres tipos de antídotos: silibinina, penicilina G sódica y piridoxina en el caso de que se trate de hongos convulsionantes.

Medicamentos

La intoxicación más común

Entre las recomendaciones sobre lo que debe tener un hospital se incluyen muchos antídotos contra la intoxicación con fármacos, como la heparina, la insulina, los betabloqueantes, benzodiacepinas o anticoagulantes.