La mala conexión a Internet frena la actividad en los parques industriales

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MATALOBOS

Firmas de áreas de Muros, Noia y Rianxo son algunas de las que sufren las carencias

02 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En plena era tecnológica, en la que cualquier móvil es un ordenador y en la que la presentación o recepción telemática de documentos e información está plenamente implantada, las empresas situadas en los polígonos industriales de la comarca todavía padecen las carencias de una deficiente conexión a Internet. Aunque puede decirse que ningún parque empresarial dispone de un servicio óptimo, algunos tienen especiales dificultades, como es el caso de los de Noia, A Pobra, Rianxo o Muros.

En el caso noiés, el presidente de la asociación del recinto, Rafael Rodríguez, comenta: «Las limitaciones nos dificultan mucho nuestra actividad diaria». También señala que en reiteradas ocasiones se ha expuesto el problema, sin que hasta la fecha se les hayan dado soluciones: «Nos dicen que somos pocas naves y que no les compensa a las compañías». Algo similar ocurre en Rianxo y el regidor, Adolfo Muíños, recalca: «Trátase dun problema que afecta a todo o país. Eu creo que se houbera máis industrias no parque estaría xa resolto».

Plan por fases

La Consellería de Industria tiene un proyecto, para desarrollar por fases, de mejora de la cobertura. Se han establecido tres etapas de implantación, según las prioridades.

Por su parte, miembros de empresas radicadas en Muros subrayan que hay muchas fluctuaciones en las conexiones y que los problemas se agravan durante la temporada estival.

En cuanto a Ribeira, algunos industriales señalan que la situación difiere entre unas empresas y otras, pero recalcan que, en líneas generales, la calidad del servicio es buena. También se muestra satisfecho por el funcionamiento actual de las conexiones a Internet el presidente de la comunidad del polígono de Espiñeira, José Abelleira: «Ultimamente non hai dificultades. Hóuboas, pero fóronse arranxando e agora non hai queixa».

Los afectados reconocen que estas limitaciones en el acceso a Internet constituyen un obstáculo a su actividad.