«Este país es una ruleta nacional que nos empuja a todos a jugar»

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

M.MORALEJO

Uno de cada cinco pacientes que atiende Agaja es adicto al juego y las apuestas a través de Internet

14 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace cinco años, nueve de cada diez pacientes que acudían a la Asociación Gallega de Jugadores Anónimos (Agaja) lo hacían porque tenían un problema con las máquinas tragaperras. Pero con la irrupción de las apuestas y el juego a través de Internet el perfil está cambiando. Lo explica Juan Lamas, director terapéutico de Agaja.

-¿Aumenta el número de personas adictas al juego a través de Internet?

-Ahora mismo, más del 20 % de nuestros pacientes son adictos a las apuestas deportivas y el juego online. Eso implica que hay un descenso de edad en nuestros usuarios. Antes hablábamos de un jugador de entre 35 y 45 años, casado y con un trabajo, y ahora estamos hablando de un perfil de edad de entre 20 y 30 años con sesgo hacia abajo, de entre 18 y 25, estudiante, sin trabajo o en paro. Además, el tiempo en el que se desarrolla la patología es mucho menor, de un año o un año y medio, mientras que en el juego presencial estábamos hablando de cinco o seis años. 

-¿Qué tienen de especial para acelerar el desarrollo de la ludopatía?

-Tiene toda las características que le dan mayor caudal adictivo. El juego online tiene una disponibilidad de 24 horas, es accesible, porque solo hay que hacer clic; es anónimo, porque se hace a oscuras en el interior de la habitación; requiere una apuesta relativamente pequeña inicial, de 20 o 50 céntimos, y la rapidez que tienen en la posibilidad de consecución del premio. Y ya no hablemos de las máquinas tragaperras en Internet, que tiene todas las características de las tragaperras tradicionales más las del juego en línea. 

-¿Aceptan su problema?

-No lo acepta ninguno, ni el de 70 ni el de 30. En las adicciones hay un proceso de autonegación del problema. Normalmente son las familias o el entorno laboral quien detecta el problema, básicamente por el descalabro económico que supone y da la voz de alarma. Al final se llega a una situación de tirón de orejas. En el caso de parejas es más fácil porque se establecen situaciones de separación o divorcio. En el caso de padres o madres es más difícil.

-¿Es muy complicado salir de esta situación?

-El 60 % de las personas que terminan el tratamiento, que dura entre 14 y 18 meses, se mantienen abstinentes al cabo de un año. Es un índice de rehabilitación bastante alto, pero hay que pensar que tenemos un índice de abandono también alto, de un 30 % de las personas que lo comienzan.

-¿Se puede hacer algo?

-Habría que empezar por la prevención y sobre todo la publicidad. Este país es una ruleta nacional en la que se nos empuja a todo el mundo a jugar. Hay una parte de la población que desarrolla una situación patológica que después la Administración no atiende. Que los famosos hagan anuncios o que los clubes de fútbol tengan publicidad de juego implica que los adolescentes, por curiosidad, van a acercarse al juego. Una persona no madura y en formación tiene un riesgo muy alto de desarrollar ludopatía.

-¿Por qué unos la desarrollan y otros no?

-Me preguntas si el ludópata nace o se hace. Se hace. Tiene unas vivencias relativas y uno prueba. Por la reiteración y con el caudal adictivo, porque hablamos de dinero, que tiene mucha importancia en esta sociedad.