El colapso llega a ser tal que el director del Leliadoura es incapaz de recordar cuántas incidencias ha llegado a mandar a la Unidade de Atención a Centros y destaca lo «frustrante» de la situación. «O servidor chegou a tardar ata dúas horas en enviarme un correo electrónico», pone como ejemplo.
La impotencia es también compartida por los alumnos mayores, señala, ya que habitualmente tienen acceso a conexiones mucho más rápidas en sus casas y en sus propios móviles. «E, sobre todo, o ves na xente dos ciclos formativos, nos que hai moitas persoas en paro que buscan perfís profesionais, e o non poder utilizar estas aplicacións é un contratempo, especialmente para eles», continúa José María Bey, quien explica que la reclamación conjunta redactada por los centros de Frións se entregó al alcalde de Ribeira en una reunión para que medie en el problema.