Llevaba su nombre y un número de teléfono escritos en sus zapatos
26 abr 2019 . Actualizado a las 08:09 h.Un pequeño inmigrante de tres años fue encontrado llorando y vagando solo por un campo de maíz de Valle del Río Grande, cerca de la localidad fronteriza de Brownsville (Texas). Los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos que lo encontraron explicaron que tenía su nombre y un número de teléfono escritos en sus zapatos. El niño fue abandonado el martes por el grupo de inmigrantes y coyotes con los que viajaba cuando huyeron por el campo al ver acercarse a los policías, según el comunicado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, en sus siglas en inglés)
Los agentes intentaron localizar sin éxito a los padres del pequeño usando el número de teléfono escrito en sus zapatos. Los posterioresintentos de localizar a la familia desde la comisaría de la Patrulla Fronteriza en Fort Brown también han sido infructuosos. Según la información oficial, no tienen suficientes datos ya que el niño «no habla lo suficientemente bien como para comunicarse» y ni tan siquiera saben cual es su país de procedencia. Rudy Karish, el principal agente de la Patrulla Fronteriza en el Valle del Río Grande, explicó a la cadena NBC que en sus primeras horas en la comisaría estaba de buen humor y los agentes lo entretuvieron con películas y juegos en un ordenador. Además uno de ellos le compró ropa.
La CBP indicó que el chico fue llevado a un hospital local, donde, tras ser sometido a una evaluación médica, se determinó que está en «buenas condiciones». Posteriormente, el menor fue llevado al Centro de Procesamiento Centralizado, donde permanecerá bajo cuidado de los trabajadores del lugar, y quedará luego bajo custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos, según el protocolo de aprehensión de niños no acompañados.
Aumento de detenciones
El incidente marca un punto crítico en el creciente número de familias y niños que cruzan la frontera en los últimos meses . En marzo, un total de 8.975 niñosno acompañados fueron detenidos en la frontera sur. El número de familias que cruzan también ha aumentado, con 53.077 padres e hijos cruzando la frontera juntos el mes pasado.
El suceso del menor se produce después de que en diciembre pasado dos niños guatemaltecos murieran mientras estaban bajo custodia de la Patrulla Fronteriza. El día de Nochebuena, Felipe Gómez, de ocho años, murió en un hospital del estado de Nuevo México por causas que aún se desconocen, mientras que Jakelin Caal, de apenas siete años y quien fue retenida junto a su padre, falleció el 8 de diciembre en un hospital de El Paso (Texas). Luego de esas muertes, que causaron indignación entre organizaciones a favor de los inmigrantes, las autoridades estadounidenses anunciaron que comenzarían a someter a exámenes médicos a todos los pequeños inmigrantes bajo su custodia.