Los holandeses se van de vacaciones sin Gobierno a la vista

Cristina Porteiro
CRISTINA PORTEIRO BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

JERRY LAMPEN | EFE

Las negociaciones para romper el bloqueo suman ya 130 días y los más pesimistas ya piensan en repetir elecciones

23 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Llega el verano y con él las vacaciones para los holandeses. También para sus representantes políticos, quienes han hecho las maletas para desconectar quince días de la crisis de Gobierno en la que se ha sumido el país desde las elecciones del pasado 15 de marzo. Han pasado 130 días y Holanda sigue sin Ejecutivo. Una situación que ya vivieron sus ciudadanos en el año 1977, cuando llegaron a estar 208 días sin mando.

Las negociaciones no avanzan. Lejos de acercar posturas, los partidos siguen sin atisbar posibles salidas al laberinto en el que se encuentran sus líderes. A pesar de que la Tweede Kamer cuenta con diputados de hasta 13 formaciones con representación parlamentaria, la ecuación es imposible. ¿Por qué?

Ahora mismo hay cuatro partidos negociando. Los Verdes abandonaron las conversaciones hace tres semanas. Los liberales del primer ministro Mark Rutte (VVD), los demócratas cristianos de la CDA y la Unión Cristiana (UC) tratan de convencer a los liberales de centro-izquierda del D66 para que depongan las armas y accedan a formar un Gobierno de claro signo conservador para abandonar la actual situación de parálisis.

El partido de Alexander Pechtold se resiste. No solo por el desequilibrio ideológico, también por la visión antagónica de la UC sobre la maternidad subrogada o el derecho a la eutanasia. Pechtold hizo de su defensa bandera de la campaña electoral, pero sus futuribles socios la quieren erradicar. 

La llave de la crisis

El problema es que si la UC se cae de las negociaciones, no hay un socio con suficientes escaños para suplir su ausencia. Los ecologistas (14 escaños) son el partido que marca la barrera entre lo negociable y lo innegociable, pero su postura abierta con la inmigración espanta a liberales y conservadores. La extrema izquierda (PS) obtuvo 14 escaños, pero su líder dejó claro que no habrá tratos con Rutte. Incluso si los cuatro partidos llegasen a un acuerdo, el Gobierno estaría solo un escaño por encima de la mayoría en el Parlamento (76 de 150). La fragilidad del Ejecutivo podría desembocar en una nueva crisis política a mitad de legislatura y forzar la convocatoria de nuevas elecciones.

El reloj sigue corriendo, la bautizada como legislatura «Rutte III» no llega y se asoman citas importantes. El desgaste de estos meses de negociaciones empiezan a pasar factura: «Necesito unas vacaciones», reconoció el líder de la CDA, Sybrand Buma. En septiembre se deberían aprobar los nuevos presupuestos. Un ejercicio que dejará en claro las intenciones en materia fiscal de un Ejecutivo, por ahora inexistente. Echando mano de la terminología del Tour ciclista, el nuevo coordinador de las negociaciones, Gerrit Zalm, admitió que «hemos dejado atrás algunas etapas de montaña, pero nos quedan otras por delante. Todavía no estamos en París»