Los grandes partidos alemanes exigen un fichero de violentos tras los disturbios de Hamburgo

La Voz BERLÍN / COLPISA

INTERNACIONAL

FABRIZIO BENSCH | Reuters

Las autoridades estiman que hasta un millar de radicales de toda Europa se sumaron al llamado bloque negro

11 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de los graves disturbios que marcaron la cumbre del G20 en Hamburgo, con cuantiosos daños materiales por incendios provocados, vandalismo y saqueos, los partidos de la gran coalición de Gobierno alemana, conservadores y socialdemócratas, exigen la creación de un banco de datos europeo para registrar a extremistas de izquierdas con antecedentes de violencia.

Las autoridades estiman que hasta un millar de radicales de toda Europa se sumaron al llamado bloque negro, protagonista de los graves enfrentamientos con la Policía y los destrozos en las tres noches consecutivas de disturbios. «Necesitamos un amplio listado de extremistas a nivel europeo», exigió la vicepresidenta del grupo parlamentario socialdemócrata (SPD), Eva Högl, mientras el experto en temas de Interior de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Stephan Meyer, subrayó que «de esa manera las autoridades podrían controlarlos en el extranjero». El titular alemán de Interior, Thomas de Maizière, tomó nota y afirmó que los radicales presentes en Hamburgo «no eran manifestantes, sino extremistas criminales, despreciables extremistas violentos, como los neonazis o los terroristas islamistas». El ministro cifró en cientos los radicales llegados del extranjero, comentó que varios cientos más fueron rechazados en controles fronterizos preventivos y dijo que espera duras sentencias. Tirar losas desde los tejados contra la Policía es un intento de asesinato, advirtió De Maizière, partidario de seguir celebrando ese tipo de reuniones internacionales en grandes ciudades alemanas ya que «lo contrario supondría la capitulación del Estado de Derecho».

Medios alemanes destacaron que la Policía Federal practicó un millar de detenciones en las fronteras en los más de 600.000 controles personales realizados desde mediados de junio hasta el domingo para prevenir la entrada de activistas radicales.