El funeral de Helmut Kohl deja relucir sus miserias familiares

Patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

BORIS ROESSLER | afp

Los hijos del excanciller acusan a la viuda de manipularlo

22 jun 2017 . Actualizado a las 07:18 h.

Que la ropa sucia se lava en casa es un refrán que rara vez suele practicar la familia del ex canciller Helmut Kohl. Si bien las rencillas entre los hijos de su primer matrimonio y su segunda mujer son un secreto a voces desde hace más de una década, el fallecimiento del artífice de la reunificación alemana, el pasado viernes a los 87 años de edad, ha conseguido elevarlas a la categoría de culebrón.

Maike Kohl-Richter se había convertido en la mano derecha de Kohl desde que este sufrió una grave caída en 2008 que le postró en silla de ruedas y le acarreó dificultades para hablar hasta el fin de sus días. 34 años más joven que él, pronto pasó a gestionar su agenda de eventos, tanto públicos como privados. Tras su boda, ese mismo año, la relación entre el ex canciller y sus dos hijos, Walter y Peter, se tensó aún más de lo que ya estaba tras la muerte de su madre, Hannelore, quien se suicidó después de toda una vida consagrada al papel de abnegada esposa del arquitecto de Europa, tal y como la conocemos hoy. El hombre de Estado y sus hijos dejaron de hablarse definitivamente en 2011.

De hecho, su primogénito Walter dijo haberse enterado de la muerte de su padre horas después a través de la radio, y ayer captó la atención de las cámaras, al intentar acceder sin éxito al domicilio familiar de Ludwigshafen, ciudad situada en el oeste del país, mientras la policía se lo impedía. El abogado de la viuda lo acusa de haber ignorado sus llamadas del día anterior, que tenían como objetivo organizar la despedida y el funeral de Estado que recibirá el exdirigente. «Que Walter se presentase sin avisar con los nietos del ex canciller en la puerta de la casa y pidiese entrar es la escenificación deseada y consciente de un escándalo», argumentó Stephan Holthoff-Pförtner.

Ceremonia europeísta

El letrado, una de las personas más cercanas a Kohl, quiso además desmentir la información publicada horas antes por Der Spiegel, según la cual Maike pretendía evitar que Angela Merkel hablara en la ceremonia fúnebre que se celebrará en honor de su marido el próximo 1 de julio en el Parlamento Europeo. «No puedo hablar por la familia del fallecido, pero puedo decir que la canciller tendrá un papel activo en Estrasburgo y que los otros intervinientes de la lista muestran la relevancia del ex canciller en la política europea e internacional», declaró el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, que no quiso comentar nada sobre las conversaciones entre la viuda y las autoridades.

No podía ser de otra forma, ya que la líder de la gran coalición fue apodada durante años como la «chica de Kohl», en honor a su mentor político, al que obligó a dimitir con un golpe maestro en 1998, aprovechando que había sido acusado de haber financiado ilegalmente la campaña de su partido. Otras personalidades que se pronunciarán serán el expresidente español Felipe González, el estadounidense Bill Clinton, y el líder galo, Emmanuel Macron.